sábado, 22 de diciembre de 2007

Freak tests...

Estadísticas y preguntas que todos alguna vez nos hemos hecho:

How many five years old could you take in a fight? O lo que es lo mismo, ¿Contra cuántos niños de 5 años podrías pelear?

http://www.howmanyfiveyearoldscouldyoutakeinafight.com/

Yo contra 22.

How much your dead body worth? O lo que es lo mismo, ¿Cuánto dinero valdría tu cadaver?

http://www.justsayhi.com/bb/cadaver


Mi cadaver valdría 5515$

What are your chances of surviving a zombie apocalypse?
O sea, ¿Qué posibilidades tendrías de sobrevivir a un apocalipsis zombi?

http://www.justsayhi.com/bb/zombie

31%

Looking for x-ray technician training?



Yo tendría un 31% de posibilidades de sobrevivir. Vamos, que en las pelis de resident evil moriría a los 10 minutos.


En fin, todo esto y mucho más (como se suele decir) en esta web: http://www.justsayhi.com/bb

domingo, 16 de diciembre de 2007

El artículo de P.Reverte esta semana...

Me gusta mucho este hombre, y todos los domingos leo con cariño "Patente de Corso". Tiene estilo, guasa y sabe lanzar críticas ácidas que realmente me gustan. En fin, este domingo, Arturo (para familiarizarnos más) ha hablado del metal en general. Un gran acierto, que parece que comienza ofensivo pero pone muchas cosas donde deben ser. A ver si la gente se da cuenta ya de ciertas cosas, leñe.

Ahí va:

No soy muy aficionado a la música, excepto cuando una canción –copla, tango, bolero, corrido, cierta clase de jazz– cuenta historias. Tampoco me enganchó nunca la música metal. Me refiero a la que llamamos heavy o jevi aunque no siempre lo sea, pues ésta, que fue origen de aquélla, es hoy un subestilo más. Siempre recelé de los decibelios a tope, las guitarras atronadoras y las voces que exigen esfuerzo para enterarse de qué van. Las bases rítmicas, el intríngulis de los bajos y las cuerdas metaleros, escapan a mi oído poco selectivo. Salvo algunas excepciones, tales composiciones y letras me parecieron siempre ruido marginal y ganas de dar por saco, con toda esa parafernalia porculizante de Satán, churris, motos y puta sociedad. Incluidas, cuando se metían en jardines ideológicos, demagogia de extrema izquierda y subnormalidad profunda de extrema derecha. Etcétera.

Sin embargo, una cosa diré en mi descargo. De toda la vida me cayeron mejor esos cenutrios largando escupitajos sobre todo cristo que los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío. Al menos, concluí siempre, los metaleros tienen rabia y tienen huevos, y aunque a veces tengan la pinza suelta y hecha un carajal, éste suele ser de cosas, ideas, fe o cólera que les dan la brasa y los remueven, y no de cuántas plazas será el garaje de la casa que comprarán en Miami cuando triunfen y puedan decir vacuas gilipolleces en la tele como Ricky, como Paulina, como Enrique.

Pero de lo que quiero hablarles hoy es de música metal. Ocurre que en los últimos tiempos –a la vejez, viruelas– he descubierto, con sorpresa, cosas interesantes al respecto. Entre otras, que esa música se divide en innumerables parcelas donde hay de todo: absurda bazofia analfabeta y composiciones dignas de estudio y de respeto. Aunque parezca extraño y contradictorio, la palabra cultura no es ajena a una parte de ese mundo. Si uno acerca la oreja entre la maraña de voces confusas y guitarras atronadoras, a veces se tropieza con letras que abundan en referencias literarias, históricas, mitológicas y cinematográficas. Confieso que acabo de descubrir, asombrado, entre ese caos al que llamamos música metal, a grupos que han visto buen cine y leído buenos libros con pasión desaforada. Ha sido un ejercicio apasionante rastrear, entre estruendo de decibelios y voces a menudo desgarradas y confusas, historias que van de las Térmópilas a Sarajevo o Bagdad, incluyendo las Cruzadas, la conquista de América o Lepanto. Como es el caso, verbigracia, de Iron Maiden y su Alexander the Great. La mitología –Virgin Steele, por ejemplo, y su incursión en el mundo griego y precristiano– es otro punto fuerte metalero: Mesopotamia, Egipto, La Ilíada y La Odisea, el mundo romano o el ciclo artúrico. Ahí, los grupos escandinavos y anglosajones que cantan en inglés copan la vanguardia desde hace tiempo; pero es de justicia reconocer una sólida aportación española, con grupos que manejan eficazmente la fértil mitología de su tierra: Asturias, País Vasco, Cataluña o Galicia. Tampoco el cine es ajeno al asunto; las películas épicas, de terror o de ciencia ficción, La guerra de las galaxias, Blade Runner, Dune, las antiguas cintas de serie B, afloran por todas partes en las letras metaleras. Lo mismo ocurre con la literatura, desde El señor de los anillos hasta La isla del tesoro o El cantar del Cid. Todo es posible, al cabo, en una música donde el Grupo Magma canta en el idioma oficial del planeta Kobaia –que sólo ellos entienden, los jodíos– mientras otros lo hacen en las lenguas de la Tierra Media. Donde Mago de Oz alude –La cruz de Santiago– al capitán Alatriste y Avalanch a Don Pelayo. Donde los segovianos de Lujuria lo mismo ironizan sobre la hipocresía de la Iglesia católica en cuestiones sexuales que largan letras porno sobre Mozart y Salieri o relatan, épicos, la revuelta comunera de Castilla. Y es que no se trata sólo de estrambóticos macarras, de rapados marginales y suburbanos, de pavas que cantan ópera chunga con corsé gótico y casco de walkiria. Ahora sé –lamento no haberlo sabido antes– que la música metal es también un mundo rico y fascinante, camino inesperado por el que muchos jóvenes españoles se arriman hoy a la cultura que tanto imbécil oficial les niega. El grupo riojano Tierra santa es un ejemplo obvio: su balada sobre el poema La canción del Pirata consiguió lo que treinta años de reformas presuntamente educativas no han conseguido en este país de ministros basura. Que, en sus conciertos, miles de jóvenes reciten a voz en grito a Espronceda, sin saltarse una coma.

sábado, 8 de diciembre de 2007

A Dimebag Darrel y muchos más...

Hoy hace 3 años que murió él. Se fue. Se fue mucho antes de lo que tendría que haberse ido y dejando aquí mucho más de lo que muchos dejaremos en la vida.

La gente que me conoce pensará que soy un poco pesado con este tío, le tengo de fondo de pantalla en el móvil, de avatar en el msn a menudo... muchos ya sabrán de quien hablo: Darrell Lance Abbott. “Dimebag Darrel” uno de los mejores músicos y guitarristas que ha pasado por nuestro planeta.

A veces pasamos del tema de muchos músicos de este tipo, Hendrix, Elvis... murieron hace mucho, y no me dio tiempo a verlos, apreciarlos y a sentir su muerte. Pero con Dimebag Darrel sí me dio tiempo. Me acuerdo que hacía segundo de Bachiller, llegué a mi casa y mi hermano mayor, sabiendo que me encanta Pantera, me enseñó la noticia en el teletexto. Me quedé helado. No lo vi en concierto nunca, menos aún conocerle, pero de verdad que he llegado a apreciar profundamente toda su labor musical en todas sus bandas.

Lo más duro del tema es que murió asesinado a balazos en un escenario mientras daba un concierto. Lo más duro es que tenía 38 años y mucha vida por delante. Se dice que lo mató un fan de pantera diciendo que no deberían haberse separado, o que con su nueva banda DamagePlan le habían plagiado o no se qué... Se demostró que todo era mentira, y que era un pirado más (porque lo era, tenia esquizofrenia y paranoia) con armas. En resumen, una muerte injustificada más, alguien que pierde la vida que en esencia, es lo único que tenemos.

Una gran pena y una gran pérdida.

Hace unos días, el día 25 de noviembre, murió kevin DuBrow. Este con 52 años. El cantante de la mítica banda QuietRiot se fue mientras dormía. Una muerte más agradable pero igual de triste. Con su banda llegó a ser el primer número 1 en la listas de ventas generales. Y hablamos de los años en los que el heavy tenía su crecimiento pero también muchísimos detractores. “Metal Healthpasará a la historia como uno de los mejores discos de heavy.

Pero este año en el rock nacional también hemos tenido lo suyo. El grandísimo productor de Rock/Heavy Big Simon murió por cáncer. Y el batería de Sober/Savia murió en un accidente de moto.

En fin, como se dice: no somos nadie.

Este video era un tributo a Simón por parte de muchos músicos rockeros españoles. Pero realmente vale para todos los que he mencionado.

Well I guessYou took my youth
I gave it all away
Like the birth of aNew-found joy
This love would end in rage
And when she died
I couldn't cry
The pride within my soul
You left me incomplete
All alone as the
Memories now unfold.

Believe the word,
I will unlock my door
And pass the
Cemetery gates


Pantera - Cementery Gates