martes, 25 de diciembre de 2012

Erasmus en Suecia (32): Vuelve a casa por Navidad... tarde y sin maletas

Bueno. Antes de acabar definitivamente con esta etapa de mi vida el 31 de enero he vuelto a casa por Navidad. Como el turrón. Pero no sin dificultades.

Me he despedido de Alex, mi buen amigo americano. Ha sido triste pero me alegro de haber coincidido con él en estos meses y en un lugar como Malmö. 

Por otra parte debido a un temporal en Copenhague mi vuelo a Frankfurt llegó con dos horas de retraso y perdí la conexión. La compañía aérea me dio una habitación para pasar la noche con cena y desayuno gratis. Bien por Lufthansa pero que poca gracia llegar un día más tarde. Al día siguiente, a las 9, me presenté con Guillermo, un estudiante Eramsus en Dinamarca del que me hice amigo reclamando en el aeropuerto, para coger el próximo avión al que nos habían asignado. Resulta que sólo entraríamos en caso de que alguien llegase tarde. Afortunadamente (o desgraciadamente pero no para mí) dos personas llegaron tarde y pudimos entrar. Una vez en Madrid, a las 12 de la mañana, llegó la sorpresa final: me han perdido la maleta. Sí, otra vez.

En fin, estoy en casa por poco más de una semana. Eso es lo importante. Se hace raro el cambio de situación, se echa de menos a la gente... pero aún tengo un mes más que disfrutar y bueno, no me puedo quejar de ver a la gente de siempre en Madrid porque se echaba mucho de menos también.

martes, 18 de diciembre de 2012

Erasmus en Suecia (31): Primeras despedidas.

Ayer se fue Martin. Sus clases acababan antes que nadie y ha vuelto a Suiza. Ha sido duro, triste y emotivo. Me alegro de haberle conocido. No puedo olvidar que a él le conocí el primero de todos en la estación de tren un lejano 14 de Agosto. Hicimos todo el papeleo juntos y todo lo normal al principio cuando estás perdidísimo: comprar el móvil, mirar el precio de las bicis... 

La verdad es que le voy a echar muchísimo de menos. Este Erasmus es muy de crear comunidad, de convivir... ya sea por el frío o porque todos vivimos en el mismo edificio pero ha sido mucho tiempo juntos y claro.. se hace piña. Pero lo bueno y lo bonito es que he tenido la suerte de conocer a gente como él. O como Sofía, la griega que me arregló el ordenador... también ha sido duro despedirse. Y también de Debby que en un par de días se va a casa en Hong Kong.

Pero Martin tenía un sueño antes de irse. Y lo ha cumplido. Ya que su bici era un truño decidió que el último día la lanzaría desde el piso 9 de la residencia. Así fue. Ahora hay una "cicatriz" en el suelo que indica que que pudo llevar a cabo un último acto bandálico a modo de ceremonia de despedida.

Por otra parte también me he despedido hasta enero de Lucille, la francesa, y Marta, la polaca. 

Como cosas interesantes esta semana Alex y yo hemos intentado ir a cazar conejos. (Al rededor de la residencia hay muchos). Es imposible sin un arma de fuego adecuada. Son muy rápidos y esquivos.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Erasmus en Suecia (28): Gotland.

Me salté el número 28 así que lo pongo ahora.

Durante dos días hemos visitado Kalmar y Gotland. La compañía, de nuevo, han sido Dennis y Alex.

Kalmar se ve rápido, es pequeño y de interesante, desde mi punto de vista, sólo tiene la fortaleza y la catedral. Pero la fortaleza es una pasada. Es quizás más interesante verla cuando está de nieve hasta arriba y las aguas que llegan a la costa están totalmente congeladas. Responde al estilo de todas las fortalezas que he visitado hasta el momento por aquí: algo así como unas murallas con forma de estrella. 

Gotland es la isla situada al este de Suecia. Es históricamente la tierra natal de los godos y tiene una gran cantidad de restos medievales y vikingos. Visby, la capital, es una ciudad medieval con una gran muralla y muchísimas rocas con runas talladas (de las cuales pudimos ver muchas fotos en otros museos). Pero lo más interesante fue nuestra excursión a Farö. Una pequeña isla patrimonio de la humanidad situada en el norte. Ahí hay un parque natural con unos restos de roca caliza con formas muy curiosas. Nos costó llegar 2 horas. Una en coche y otra andando en la nieve. No había hecho algo así nunca. La nieve llegaba hasta las rodillas como mínimo por lo que al final del día estábamos totalmente calados. Lo bueno es que de camino, como hacía tanto frío, nuestra ropa no estaba humeda... estaba totalmente congelada y por lo tanto no goteaba. El sitio, desde luego, merece la pena.

Esa noche dormimos en un hostal que es una vieja prisión rehabilitada. El dependiente, un sueco muuy majo, nos contó la historia del edificio y los alrededores. 

De vuelta a casa, a la hora de coger el ferry, decidimos esconder a Alex en el maletero y bueno... nos ahorramos pagar una entrada. No estoy muy orgulloso de esto pero es que estamos hablando de 60 euros. 

También destacar que en media hora que teníamos libre nos fuimos con el coche a un descampado lleno de nieve y comenzados a hacer derrapes. Muy divertido.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Erasmus en Suecia (30): Sleding.

Está nevando mucho y muy fuerte. Muchos días hace mucho viento y usar la bici es más complicado de lo que tenía previsto. Suerte que de vez en cuando puedo seguir usando mi billete de Interrail.

Esta semana hemos hecho dos cosas interesantes: Sleeding y una cena a modo de restaurante en el ascensor de la residencia.

Lo primero fue bastante divertido. Nunca había hecho algo así y la verdad es que pese al mal tiempo mereció la pena salir de casa y revolcarse en la nieve un poco. El sleding consiste básicamente en lanzarse en una tabla colina abajo. Al estar todo nevado puedes ir realmente rápido y atropellar gente. Merece la pena.

Lo segundo... bueno, es una estupidez. Pero la cara de sorpresa que pone la gente cuando coge el ascensor es muy divertida. Ocho personas bien vestidas cenando en un ascensor con música de ambiente, velas, platos bien preparados y luego una postfiesta con guitarras es un plan bastante original.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Erasmus en Suecia (29): Primeras nevadas.

Bueno, ya mirando por mi ventana está todo blanco. Primeras nevadas lo que significa más frío del habitual.

Esta semana ha estado bien. Hemos ido a echarnos unas partidas de batallas de láser al más puro estilo Barney Stinson y ha sido muy divertido. 1h por 15 euros no está mal por lo que me han dicho. En Madrid capital no tenemos ninguna de estas cosas y la verdad es que sería una pasada.

Luego celebramos la victoria, o la derrota, con una una sangriada para que la gente conozca un poco como es la bebida de España. O les gustó mucho o son muy educados.

Por lo demás esta semana hay cena internacional así que a ver que tal me queda la tortilla y la tarta de Santiago.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Erasmus en Suecia (27): Roskilde y los vikingos.

El sábado pasado visitamos Roskilde. Se trata de una de antigua ciudad de Dinamarca y es, en teoría, la segunda en importancia después de la capital. De hecho, en su día, fue capital. 

Es pequeña y muy verde. Pero lo más interesante, o por lo menos para mí, es que se trataba de uno de los emplazamientos vikingos más importantes. Al estar a orillas del único fiordo danés (paisaje espectacular por cierto) era la conexión con Dinamarca y las rutas marítimas. Y es por eso que visitamos el museo de barcos vikingos más famoso del país. 

La verdad, es que pese a no necesitar nada de la tienda de souvenirs me quería comprar todo. Todo, absolutamente todo, en dos horas de visita, estaba dedicado a los vikingos. Imaginaos la emoción que puede sentir un apasionado de la música metal al estar en un museo vikingo. Todo era más heavy que una lluvia de hachas.

La compañía fue excelente una vez más. Lo más destacable es que no había dos personas del mismo país. Eramos un australiano, un suizo, un americano, una china, una griega, un italiano, un alemán, un checo y un español. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Erasmus en Suecia (26): Sea Battle y Tallin.

Estos últimos tres días han sido moviditos. He podido disfrutar de la experiencia de conocer un país nuevo y de participar en una de las mayores partuzas de Escandinavia: Sea Battle.

La idea es simple: un crucero de Estocolmo a Tallin lleno de estudiantes, buffet libre, espectáculos y pistas de baile. Estas de fiesta una noche, visitas la capital de Estonia al día siguiente y de vuelta, a la siguiente noche, sigues de fiesta. Simple pero divertido y efectivo. Y baratísimo si vas con la ESN, unos 130 euros. 

La ida en bus desde Malmö a Estocolmo fue tranquila ya que un viaje que empieza a las seis de la mañana sólo puede empezar de una forma: durmiendo. Una vez en el barco y en las habitaciones comienza el ambiente erasmus de verdad, es decir, mogollón de estudiantes de diferentes partes del mundo comiendo y bebiendo en el mismo sitio. En mi caso, Alex y yo compartimos mesa con un tipo de Vietnam, uno de Ucrania, otro de Lituania y dos belgas muy ruidosos. A la hora de la cena, a eso de las 21, ya había bastantes "bajas" por el alcohol pero aún quedaba mucha noche por delante. 

Lo más interesante fue las clases de salsa y después una gran disco en la que ponían música electrónica machacona que por una vez, a modo de excepción, se puede aguantar. Lo que más me gustó fue cuando me subí a hombros de mis amigos y el público me empezó a mover de un lado para otro. Me sentí como una estrella de rock. Luego, ya en alta mar, el moviento del barco en las olas se notaba demasiado así que a veces era un poco inestable ... pero era divertido. Conocí a unos australianos y a unos franceses. También pude ver a mis colegas de Kalmar y algunos de los que conocí en el viaje a Rusia. 

Al día siguiente, visitamos Tallin. Se trata de una ciudad medieval con mucho encanto. Pequeña y sin mucho que ver si te sales del centro pero con gente muy abierta y simpática. Visitamos la catedral, la muralla y las fantásticas vistas desde al lado del Congreso. Me sorprendió que este país se trata más bien de un apéndice de Finlandia: todos hablan perfecto inglés y la situación económica es estable. Yo creía que era algo así como Rusia pero nada que ver. Sólo se ve la influencia rusa en las catedrales (con las torres con las especie de cebollas esas). 

Por la noche, de vuelta en el barco, la fiesta continuó. Creo que es una gran experiencia y que ha merecido mucho la pena. Ha sido una de las mejores fiestas a las que he asistido y la compañía, muchos de los erasmus de Malmö, ha sido estupenda.

Peeeero no sería yo si no pongo el lado negativo. Y es que he de decir que había muchísmo niñato españolito. Lo peor de lo peor. En general hay mucho erasmus español por todos lados, o así lo tengo entendido. Pero en el barco digamos que el 50% eran españoles. Yo no tengo ningún problema cone sto pero muchos de ellos eran una panda de energúmenos. Muchos de ellos, sabiendo que muchos de los que estaban ahí eran españoles, se dedicaban a lanzar "piropos de obreros" a las tías... y muchas les respondía en español y estos se quedaban un poco cortados. Hay que ser tonto. En mi caso un payaso también decidió insultarme en español por que no le gustaba mi pelo. Y ya el colmo, tres o cuatro me preguntaron por porros o coca. Puedo asegurar que este género de gilipollas español es la excepción pero estoy preocupado por la imagen de paletos que muchos se empeñan en divulgar.

Y como colofón final, la última noche, un tipo decidió cagarse en la pista de baile y ponerse a bailar en pelotas. El alcohol, amigos, no suele ser amigo del sentido común.


martes, 13 de noviembre de 2012

Erasmus en Suecia (25): Vodka Absolut y el invierno escandinavo.

Ayer fuimos a Ahus (con la a con el circulito) a ver la destilería de Vodka Absolut. No es que me flipe el vodka que digamos pero es una bebida famosa y las campañas publicitarias de esta compañía son famosas en todo el mundo... y ya que está a una hora en coche pues aprovechamos para acercanos.

Resulta que solo abre en verano nos dijo la amable recepcionista. O sea, junio y julio. No obstante se puede ver una pequeña exposición y los alrededores. Se trata de una destilería enorme y un pueblo muy bonito.

También nos pasamos por Kristianstand que está cerca. También es muy bonito pero lo más guay es un parque tienen muy bien cuidado.

No estuvo mal para ser un lunes pero me esperaba más de esa salida.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Erasmus en Suecia (24): Hamburguesa de Alce.

Este finde he tenido visita. Una agradable visita añadiría. 

Lo habitual es que cuando uno viene para Malmö se le enseñe Copenhague durante más tiempo. ¿Por qué? Porque Malmö se ve en una tarde. No tiene más. Y este finde eso es lo que he hecho con Carmen y creo que las dos ciudades le han gustado bastante.

Copenhague ya lo tengo bastante catado pero siempre aprendo algo con cada visita. De nuevo he visitado los monumentos princiapales y he disfrutado de la capital danesa. Aunque en esta ocasión, gracias a la generosidad de mi acompañante me he llevado un par de recuerdos de la ciudad. (Me refiero a recuerdos en forma de sudadera por ejemplo :)


Una de las cosas guays que he hecho ha sido comer comida tradicional. Carmen comió hamburguesa de Black Angus (un especie de buey negro que se come mucho por aquí parece ser) y yo de Alce. Todo acompañado de ricas salsas, patatas y champiñones. Riquísimo. 




jueves, 8 de noviembre de 2012

Erasmus en Suecia (23): Noruega, la magia de preguntar y Road Movies

Tras un parón en el blog en el que no he escrito nada voy a contar mi viaje por Noruega durante los pasados cinco días. Ha sido un viaje lleno de experiencias y afortunadamente, por fin, he podido empezar a grabar cosas para un día hacer un documental como mi querido amigo Manu. Llego mal y tarde pero bueno... es lo que hay, nadie elige tener problemas técnicos.

La semana pasada nos compramos el billete Interrail por 175 euros. Esto significa que durante 5 dias puedes viajar en todos los trenes de Europa que te de la gana. Además tienes descuentos en autobuses y tranvías. Vamos, que sale rentable teniendo en cuenta que moverse de una ciudad como Malmö a Estocolmo puede costar 25 euros. 

He compartido este viaje con dos amigos con los cuales ya tengo muy buena relación: Alex y Dennis. Así que la compañía ha sido de nuevo inmejorable. Con la idea de hacer un viaje barato barato el sábado pasado, a las 6 de la mañana fuimos en bici con los macutos a la estanción central para comenzar nuestra aventura.

Sábado.

Tras llegar corriendo a la estanción porque Alex se había dormido (habíamos ido a una fiesta cumpleaños la noche anterior) nos dimos cuenta de que Alex se había dejado el ticket en casa... así que tuvimos que esperar al siguiente tren. En cosa de 5 horas estábamos en Aarhus, una de las ciudades de Dinamarca con más vida universitaria. Es una ciudad pequeña, muy al estilo nórdico, con una gran catedral, un bonito casco antiguo y gente muy amable. Se ve rápido así que por la tarde nos fuimos a Aalborg, otra de las ciudades más grandes de este país.

Aquí ya comenzaron las anécdotas raras y los desconocidos nos empezaron a ayudar. Esto fue la dinámica de todo el viaje. Los escandinavos han resultado ser gente muy amable. Eso o que la gente es especialmente generosa con los que tienen pinta de mochileros. 

La ciudad es muy bonita, grande, limpia, y con el buen tiempo que hacía el anochecer en el puerto resultó muy agradable. Mientras visitábamos la catedral pudimos escuchar un grupo de metal bastante bestia en la lejanía así que decidimos salir a investigar. Resulta que en el edificio de enfrente hay una sala de conciertos de rock y metal y justo ese día tocaban ahó Gojira (grupo de gran calidad, que fueron teloneros de Metallica hace años y que tuve la suerte de verles como teloneros de In Flames). Lo gracioso, además del contraste catedral-concierto de metal, es que salió un tipo con una camiseta de Dying Fetus y Alex, que no está familariziado con el metal como Dennis y yo, se quedó flipando con el nombre de la banda. (El grupo, tal y como su nombre indica, pertenece a una corriente extrema de metal que busca ser lo más desagradable posible. Afortunadamente tienen muy pocos seguidores). 

Tras este encontronazo metalero seguimos visitando el puerto. De camino a la estación nos encontramos con un noruego (tipo raro Nº1) que borrachísimo nos contó que debíamos irnos de fiesta al hotel donde estaba aljoado. Además quería saber el precio de alquiler de un castillo que está en el centro de la ciudad. Tras despacharle y ya en la estación nos dimos cuenta de que no hay tren (según internet sí) que nos lleve a la siguiente ciudad para coger el ferry a Noruega. Pero un señor muy amable sentado en una esquina de la estación nos explicó, sin que le preguntásemos nada, cómo llegar. (Tipo majo Nº1). Resulta que había que hacer una combinación de dos autobuses un poco rara... además, nos dijo que enseñásemos el billete de interrail que así seguro que no teníamos que pagar, y así fue. Así que nos ahorramos, al cambio, unos ocho euros por persona.

Esa noche dormimos en Hirshals, al norte de Dinamarca. Nos alejamos de la ciudad para buscar árboles y una zona tranquila para acampar. Tras una hora andando encontramos un sitio cerca de la carretera. La noche era fría, lloviznaba, pero la cena (pasta china) nos sentó muy bien y pudimos descansar sin problemas. 

Domingo.

El domingo era el día de más trenes y viajes. El ferry era cómodo y grande. Nos pudimos asear tranquilamente en el baño y extender la tienda en la cafetería para que se secase. Ahí nos encontramos con una señora que no hablaba inglés que por lo que pudimos entender quería que le dejásemos nuestra tarjeta de crédito, o nuestra bufanda... y al parecer quería comprar una "copa de huesos". (Raro Nº2). Su inglés, como veréis, no era de lo mejor así que tras un rato sin que nadie entendiese nada se retiró un poco indignada. 

Tras ver las primeras islas llegamos a Noruega, a Kristiansand. Es una ciudad comercial que sirve de paso para que todos los noruegos compren cerveza y los regalos de navidad en dinamarca. Es bonita pero con un aire muy industrial que destruye un poco el paisaje. No obstante es agradable y por lo poco que pudimos ver acogedora. Me recuerda a algunos pueblos del norte de España, de mi Asturias querida :). Cogimos el tren y al ver que no había sitio nos sentamos en la cafetería. Ahí pasamos las siguientes 4 horas. Ya era de noche así que no pudimos ver muy bien los primeros fiordos. El viaje fue tranquilo (pese a unas adolescentes noruegas que no paraban de gritar que al final las echaron de la cafetería, y también pese a un militar noruego que cantaba altísimo) y nos sirvió para tener contacto con el mundo más puramente escandinavo. Por cierto, el revisor nos dijo que teníamos que reservar sitio, que no podíamos estar en la cafetería y que nos teníamos que bajar... luego nos guiñó el ojo y comenzó a reir... No sé cómo vemos nosotros a los del norte, quizás serios y estirados, pero con nosotros fueron todos muy familiares y simpáticos.

Llegamos a Stavanger, nuestra metal final. Aquí pasaríamos un par de días. Lo primero que teníamos que hacer era buscar un hostal que habíamos visto en internet. Se trata de un hostal incorporado a un hotel que está incorporado a un hospital. Por lo que hemos podido averiguar es algo bastante común en el norte de Europa. Está pensado para los que visitan la ciudad o familiares de los hospitalizados. El hostal es barato y la única diferencia con el hotel es que no te cambian las sábanas y no te dan desayuno... pero te ponen una cocina para que cocines tú. Nos salió a 22 euros por barba porque tras hablar con la recepcionista, una noruega llamada Helen (Tipa maja Nº2) nos hizo de un descuento de 100 coronas noruegas a cada uno (unos 12 euros, así que ya llevaba 20 de ahorro). En la cocina, además, había comida. Dormidos larga y profundamente pues el siguiente día iba a ser el más duro de todos.

Lunes.

Si el tiempo había sido bueno (para ser invierno... ya que aquí solo hablan de verano e invierno) este día lo fue más. Solazo increible todo el día. 6 grados en el termómetro y una sensación de 15. Además andando todo el día como que estás más en caliente.

Visitando el centro de la ciudad nos encontramos con un señor viejo en bici, con gorra rosa y que cantaba muy alto. Se paró delante de nosotros, nos sacó la lengua y gritó "God bless America". (Tipo Raro Nº3). De camino al ferry para ir a Preikestolen nos encontramos con una testigo de Jehová que nos trató de convencer de sus ideas (Tipa Raro Nº4) pero afortundamente pudimos dejarla atrás cogiendo el ferry. El viaje, de 40 minutos, resultó tranquilo, con desayuno, y con buenas vistas. Una vez en Tau hay que coger un bus cuyo recorriedo es de 20 minutos. Una vez ahí hay dos opciones: o pagar un taxi por 30 euros o andar 9 kilómetros hasta la ruta que lleva a Preikestolen. Nosotros hicimos autostop.

Los primeros en acercanos unos 3 kilómetros fueron dos hermanos húngaros (Tipos majos Nº3) que estaban de camino a Stavanger ya que habían estado unos días haciendo montañismo. Luego, tras un rato andando unos californianos (Tipos majos Nº4) que también iban a Preikestolen nos llevaron el resto del camino. Al parecer estaban de viaje de negocios pero tenían un día libre así que decidieron hacer la ruta... en zapatos y con roma formal, nada para hacer montañismo. Uno de ellos fue marine y tenía una hermana que estudió medicina en la misma universidad de Alex en Virginia.

La ruta a Preikestolen es de dos horas. Un poco más en invierno porque hay partes congeladas y hay que andarse con cuidado. El caso es merece la pena. El fiordo de Stavanger es uno de los más famosos y estar un saliente de una montaña desde el cual hay una caída libre de 600 metros es impresionante. Las vistas son espectaculares. De camino nos encontramos con unos californianos, unos alemanes, unos franceses, unos hindús, unos misioneros de Colorado y dos noruegos. Muchos  de ellos comparaban las vistas con la película del Señor de los Anillos. Hasta el momento yo había apreciado esa historia por la historia, porque soy un friki y porque la banda sonora es una pasada... también por los paisajes pero no podía imaginar que esa película sea un referente internacional en cuanto a vistas se refiere. Debe haber incrementado el valor turístico de Nueva Zelanda (donde se rodó) por mil.

También he decir que nos perdimos un poco y que nos recorrimos toda la montaña durante horas. Por un lado me habría gustado estar más tiempo en la Roca del Pulpito, por otro lado... he visto una parte de la montaña que nadie visita nunca: el pico más alto y las vistas aún más altas. Impresionante y espectacular.



De camino de vuelta nos encontramos con una noruega que vive en Stavanger. (Tipa Maja Nº5). Nos llevó en coche hasta Stavanger por lo que pudimos ahorrar más dinero (4 euros del bús más 20 por taxis por lo que ya llevaba 44). Luego, en vez de dejanos en la estación nos lleví a visitar uno de los monumentos que queríamos visitar: Sverd i Fjell (espada en la piedra). Se trata de unas espadas vikingas de piedra, de 10 metros, clavadas en la costa y que simbolizan la unión de Noruega por el Rey Harald en el siglo X. Esto fue para mi un sueño cumplido, he visto estas espadas en Google Maps mil veces, y bandas como Leaves Eyes usan fotos de este monumento en sus conciertos o en las contraportadas de sus discos. Es un especie de icono del Folk Metal y ahí estaba yo... Además no tuvimos que pagar el bus para ir y volver porque nuestra amiga noruega nos llevo por lo que nos ahorramos 6 euros (y ya van 50). 

Martes.

Dormimos en el tren de camino a Oslo. Te dan mantas gratis, almohada y tapones para los oidos. Pero dormir sentado es terriblemente incómodo. En el tren hablamos con los hindús que vimos en Preikestolen por lo que antes de dormir pudimos disfrutar de una agradable conversación.

Oslo es una ciudad que se ve rápido. En un día si llegas a las 7.30 de la mañana como fue nuestro caso. Vimos la Ópera y nos dirijimos a una cafetería que nuestra amiga de Stavanger nos había recomendado (al parecer solía desayunar ahí cuando vivía en la capital). Es un sitio muy agradable donde te dejan sacar tu propia comida. Además el perchero era un regalo de nuestra amiga a la cafetería así que nos hicimos una foto con él y se la vamos a enviar.

Luego visitamos la Galeria de Arte nacional donde pudimos disfrutar de algunos cuadros de Munch, entre ellos el famoso "El grito". También vimos el Palacio Real, el Museo de Historia (donde nos dejaron comer en la tienda de souvenirs porque fuera estaba nevando), el puerto, la Fortaleza, el parque de Frogne y el museo de los premios Nobel de la Paz (donde se entregan cada año el 10 de diciembre). Ahí, con tan sólo preguntar al recepcionista si él había sido premio Nobel nos dijo que nos dejaba pasar gratis (Tipo Majo Nº6) por lo que ahorramos unos 10 euros (y van 60). De camino nos encontramos con un tipo vestido con un sombrero de vaquero que iba por la calle con una bandera enorme de EEUU, cuando le preguntamos que si sabía el resultado de las elecciones nos dijo que no le interrumpiésemos porque estaba trabajando (Tipo Raro Nº5).

En fin, Oslo es muy bonito. Se ve rápido pero entre la nieve lo interesante que es resulta un ciudad muy entrañable.

Luego, por la noche, de camino a Gothemburgo, conocimos en el tren a dos adolescentes suecas que habían estado una semana en Chipre. Eran una histéricas, cantaban cosas raras y nos dijeron que podíamos, quizás, dormir en casa de una amiga suya que había dejado los estudios hacía dos años. (Tipas raras Nº6). Luego, cuando el tren tuvo una avería, por lo que tuvimos que ir en un bus que puso la compañía. Ahí conocimos a una sueca que hablaba español por estar casada con un venezolano. Su hija, de un año y medio, no paraba de jugar con nosotros. Al final del trayecto llamó a unos amigos suyos que nos ayudaron a ver dónde estaba el hostal más cercano y que llamaron para saber si había plazas. (Tipos majos Nº7). El caso es que no había sitio cerca y para llegar a un hostal había que andar como una hora así que decidimos dormir en la estación central. Pero mientras discutiamos si era una buena idea o no, porque igual los guardias nos echaban, conocimos a Johny. (Tipo Majo Nº8).

Johny es un sueco que trabaja ayudando a ancianos. Es un gamer en toda regla y toca la guitarra. Es un poco raro pero es muy simpático. Habla con acento irlandés porque dice que de pequeño sabía reconocer diferentes acentos en las películas y ese fue el que más el gustó. (en Escaninavia hasta los niños hablan un inglés perfecto). El caso es que nos ofreció su casa para pasar la noche y bueno... aunque suene raro así al principio aceptamos. Eramos tres y el uno así que nada malo podía tramarse. Nos ahorramos, gracias a él, el precio del bus (3 euros) y el del hostal (25)... además nos invitó al desayuno comprando un montón de cosas ricas. (En total llevaría ahorrados unos 90 euros).

Su casa era un poco desastre, con muchas botellas de refresco, restos de cajas de pizzas y un ordenador superpotente. En cierto modo me resultó raro pero por otro lado tenía una extraña sensación familiar que me hacía sentirme próximo a Johny. Tras cenar como Dios manda, tocar unas canciones con las guitarras y hablar un buen rato nos fuimos a dormir.

Martes.

Al día siguiente, tras el desayuno, nos despedimos de Johny y visitamos Gothenburgo con Vanesa (una alemana Erasmus en Malmö que también estaba por aquí). Visitamos el Museo de Historia, la Catedral, el casco antiguo, el Museo de Ciencias Naturales y el centro comercial más guay de la ciudad. Ahí tomamos un café a un precio muy razonable y unos banana slipt que los camareros cocinaron con unos plátanos que tráimos nosotros del viaje. (Tipos Majos Nº9) y un ahorro de unos 5 euros por barba.

Tras un día cansado, y un tiempo bastante incómodo volvimos a casa. De camino me encontré unos guantes que me valen, aunque sean de chica... cosa que me viene bien porque perdí los mios en preikestolen.

Por cierto, en el tren nos hicimos amigos de un libanés que nos invitó a probar un alcohol con anís de su país. Nos contó que tiene un amigo con un restaurante libanés en Marbella, que su prometida vive en Suecia y que es católico. Fue bastante gracioso porque le preguntó a Denis, que es alemán, si estaba de acuerdo con las ideas de Hitler. Obtuvo como respuesta: "What the fuck? NO!". El tipo se disculpó porque decía que no sabía nada de Alemania. Para mi fue bastante gracioso. Al final, comparando paises, como se suele hacer, nos acabó contando que Líbano tiene 18 religiones oficiales y que tienen fiestas por todas ellas. Y antes de irse nos preguntó que si sabíamos reconocer una bandera y nos enseñó una foto de la bandera de líbano un poco cambiada: el fondo blanco y el árbol rodeando en un círculo rojo. Mis amigos le preguntaron que si era la bandera oficial de Líbano pero como tengo un hermano muy friki de estas cosas yo le dije que me sonaba que era la bandera de los católicos de Líbano pero que creía que tenían "amistades muy controvertidas". Él sonrió, se preparó para bajar y nos enseñó la siguiente foto: la misma bandera con una cruz católica y un AK47. Lanzó un par de besos al aire y se bajó del tren corriendo. Así pues por un lado "Tipo Majo Nº10" porque nos invitó a probar las bebidas de su tierra pero "Tipo Raro Nº7" porque ese final no es normal.

En fin, pese a todo hemos disfrutado de la expriencia. Además, durante el viaje pudimos coger varios buses de gratis con el billete interrail. Y no nos han marcado todos los días por lo que podré usarlos más. 

Ha sido un viaje largo, cansado, y lleno de experiencias. Pero he aprendido mucho. Me he sentido como una en una Road Movie: gente rara, gente que es amable sin esperar absolutamente nada a cambio, gente que se interesa por tu país... Tengo ganas de que veáis los vídeos. Aunque empezaré a montarlos en Madrid.

viernes, 26 de octubre de 2012

Erasmus en Suecia (22): Winter is comming.

LLevamos una semana durilla en cuanto al tiempo se refiere. Una media de 5 grados, mucho viento y bastantes lluvias. Me recuerda a Madrid en los peores días de enero y febrero... pero aquí es sólo otoño. 


Aquí dejo una fotito de lo que hasta hace una semana era un camino verde y frondoso.





sábado, 20 de octubre de 2012

Sabaton + Eluveitie en Copenhague.

Aprovechando mi estancia en Malmö me he pasado por la ciudad vecina para ver a dos de mis bandas favoritas. No son perfectas, a veces son repetitivas, no tienen mucho que ver entre ellas, pero me gustan y tocaban juntos así que era una buena oportunidad para saber cómo son los conciertos de metal en Escandinavia. 

Noté varias diferencias:  En general la gente es más educada que en España, te piden permiso para pasar en vez de abrirse paso a codazos, no están aglomerados en un espacio mínimo en frente del escenario si hay sitio para estar cómodamente pero cerca, los niños pueden entrar (supongo que acompañados de adultos), había bastante gente de más de 30 años no sólo jóvenes, el tiempo entre banda y banda no supera los 15 minutos (en España puede ser 30 minutos tranquilamente) y lo más destacable, la media de altura es bastante superior a la de España. La mayoría de la gente me sacaba media o una cabeza por lo que en los momentos "más movidos" del concierto la sensación de seguridad era bastante inferior que en todos los conciertos a los que he ido. Verdaderos vikingos, eso es lo que son.

En fin, con mi amiga de por aquí, Marta, una polaca aficionada al metal y a la música electrónica, entramos en la sala. Nos pusieron un sello para poder salir y entrar cuando queramos (otra diferencia) y para dentro.  Así de simple. La sala, llamada Amager Bio, era grande y confortable pero lo mejor era el sonido que era perfecto. Incluso con Eluveitie y los miles de instrumentos que tienen (no es habitual que las bandas de folkmetal logren un buen sonido).

Los primeros en salir fueron los húngarosWisdom, una banda de power metal que en mi opinión tiene poco que ofrecer. Recodaba de ellos haber visto un vídeo en youtube pero poco más. Son muy repetitivos y muy poco novedosos. Hacen el mismo estilo de power metal de dragones y mazmorras que empezó a resultar cansino hace diez años y que por eso bandas como Dream Tale o Celesty a penas han logrado sobrevivir. Aún así hay algún tema que me llamó la atención: Live Forevermore, Judas o Heaven and hell sonaban muy bien en directo. Aunque lo mejor, sin duda, fue la versión de Iron Maiden, Wasted Years.


Los siguientes en salir a la palestra fueron los suizos Eluveitie. Esta banda es uno de los motivos por los que toco en un grupo de folkmetal. Con el tiempo no han sabido hacer nada nuevo y resultan a veces demasiado cansinos y repetititvos... y el cantante estaría mejor callado de vez en cuando porque tengo la sensación de grita demasiado. Pero eso no evita que tengan temazos como la copa de un pino, temática histórica y muy buenas melodías celtas. Lo comido por lo servido.

El caso es que en directo suenan como un cañón. Por motivos que desconozco uno de los guitarristas no estaba con ellos y era un sustituto que de vez en cuando metía algún solo bastante bien encajado, así que bienvenido sea. En esta ocasión pasaron de los temas tranquilotes y decidieron tocar lo más trallero de su repertorio. Sobre todo del último disco por lo que eché de menos algunas canciones de sus primeros discos. 

Empezaron con Helvetios que es un tema perfecto para arrancar su andanza de metal y música celta. Una intrudocción a medio tiempo que les permite ir saliendo poco a poco y luego tralla. Buena elección. Continuaron con Luxos, cuyo estribillo es de lo más pegazido que tienen, y con Santonian Shores y Neverland, de mis favoritas del último disco. Después fue hora de la preciosa A Rose for Epona y se puede decir que fue el único descanso en todo su repertorio.


Pidieron que el público se volviese especialmente "movido" (cosa que lograron) durante la rápida Met your enemy y continuaron con Uxellodunon, Alesia y la nueva Divico. Después pasaron a tocar a la canción que les hizo girar por todo el mundo varias veces: Inis Mona. Al ser su tema estrella dejan que el público la cante durante un rato y como novedad metieron un solo de guitarra que le da más potencia aún si cabe.


Después de esto se despidieron con la canción de su último clip: Havoc. Es rápida, cañera, potente... pero como tantas otras que tienen. Eché de menos algunos temas como Thousandfold u Omnos pero también hay que tener en cuenta que venían como teloneros y no como principales así que tampoco tenían mucho margen de maniobra... pero tocar sólo temas del último disco tampoco es plan. En fin, pese a las críticas me gustó volver a verlos y saber que siguen en forma, lo disfruté mucho.


Tras una corta espera el turno de los suecos Sabaton. Como este es mi blog y hago lo que me da la gana voy a poner un clip por cada canción que me gusta que tocaron. Quien quiera que los vea. ¿Por qué? Porque esta banda se dedica a tocar una mezcla de power metal con heavy metal con temática histórica, principalmente de la Segunda Guerra Mundial. Y como apasionado de este periodo he de decir que los clips que se marcan estos tíos son una maravilla.

Los vi hace siete años como teloneros de Edguy y desdes entonces no les perdí la pista. Se han marcado buenos discos y han logrado reunir una importante legión de seguidores. A veces pueden hacerse un pelin repetitivos pero cuando algo te gusta... te gusta y te da igual.

Como canción introductoria pincharon The final countdown de los Europe, cosa rara e inesperada y luego su  The March of War de su último disco. El escenario, muy bien ambientado con focos y plataformas de metal, se cubrió de niebla y sonaron los primeros acordes de Ghost Division, un arranque demoledor en el que narraron la campaña del Coronel Rommel con su Séptima División Panzer. El público se volvió loco nada más empezar y pudimos ver a una banda llena de energia y con un directo aplastante. El cantate, Joakin Brodén, lejos de tener el mismo registro que Bruce Dickinson, de los Iron Maiden, se mueve como el mismo y no deja de saltar y estar atento de todo lo que ocurre. Un crack. Y puestos a hacer referencias a la banda británica decir que el guitarrista tocó perfectamente todos los temas con una de las guitarras más simples pero efectivas que ha dado el mercado del rock: una Stratocaster nada ostentosa (cosa rara en este mundillo heavy).

La siguiente canción que hizo que todo el público botase al mismo tiempo fue God with us, de su último disco que hace honor a la historia de Suecia. Con su pegadiza melodía, casi celta, nos narrron la Batalla de Breitenfeld acontecida en 1631 contra el imperio Germano. En la misma línea continuaron con Poltava, un medio tiempo que narra la derrota contra los rusos en 1709.

Lo siguiente fue para mi totalmente novedoso: el público podía elegir qué canción tocar. Ellos ofrecían dos o tres y la gente elegía a base de gritar cuanto más fuerte mejor. Simple, novedoso y efectivo. El cantante comoentó que normalmente tienen muy claro qué canciones tocar pero que cuando no saben muy bien qué hacer hacen este juego y así todos contentos. Nunca lo había visto y me pareció bastante acertado. Así pues el tema que tocaron fue la muy heavy y potente White Death, en honor al francotirador finlandés Simo Häyhä. Este hombre fue el que más enemigos se cargó en la frias y nevadas tierras de Finlandia y logró labrarse su propio apodo.

Tras un rato de hablar con el público comentó entre otras cosas que el público de Copenhague es especialmente "movido" ya que la última vez que tocaron ahí se cargaron la valla que separa el escenario del público (algo especialmente complicado para gente normal). Después hizo una pequeña intruducción histórica ya que a veces tienen que tocar canciones en las que hay un ganador y un perdedor... y claro, en un disco que va sobre la historia de Suecia, eterno enemigo de Dinamarca hasta hace unos años, pues puede resultar un poco violento. Pero aún así la gente encaja la historia con humor y ni pasa nada. Sabaton gira por Alemania a menudo y muchos de sus temas son sobre la Segunda Guerra Mundial y nadie se siente herido: las cosas ocurrieron como ocurrieron y nadie se siente ofendido. Asi pues tocaron la pegadiza Carolus Rex, que narra la historia de Carlos XII de Suecia, y Karolines Bön honor a los soldados de Carlos XII. Lo malo es que lo cantaron en sueco y yo no me enteré de nada, aunque parece que la gente de Dinamarca sí. Este último tema me resulta un poco aburrido pero entiendo que tras varios discos no van a tocar solo mis favoritas.

Continuaron con la potente 40 to 1, que narra como unos pocos hombres de la resistencia polaca se enfrentaron al ejército nazi. Merece la pena ir a concierto de Sabaton acompado de alguien de este país porque parecen disfrutar bastante este tema.



Fue el turno de Cliffs of Galipolli, que como su descriptivo nombre indica narran la campaña de Gallipoli durante la Primera Guerra Mundial. Es un tema muy épico y pegadizo por lo tanto lo disfruté con entusiasmo.


Después el público eligió de nuevo. La canción que interpretaron fue Coat of Arms, el potente arranque de su anterior disco que narra la campaña de Italia en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Las otras opciones que no salieron elegidas eran Unprising y Screaming Eagles, para mi dos de sus mejores canciones entre otras cosas porque los clips son impresionantes. Especialmente el de Unprising con actores de reconocido prestigio y todo.



Después tocaron más temas a medio tiempo de su último disco: Lion from the North y la intensa The Hammer has Fallen. Entre una y otra hicieron un juego un poco tonto en el que mezclaban canciones de Abba y de Van Hallen. Gracioso y entretenido. Continuaron con The Art of War antes de hacer el bis que anunciaba que pronto se acabaría la diversión.

Antes de terminar acudieron a dos de sus más antiguos clásicos que narran el principio del fin de la Alemania  Nazi y el fin de III Reight: Primo Victoria, que deja al público cantar cómo fue la operación Overlord en Normandia y a la potente Attero Domminatus. Por último nos regalaron la original Metal Crüe cuya letra está hecha a base de diferentes y famosas bandas de heavy metal.




En fin, una delicia de concierto. Y más teniendo en cuenta que la organización y el sonido era genial y el precio es el mismo que en España (comparemos salarios mínimos, ejem, ejem...). Lo disfruté muchísmo y ojalá pueda volver a verlos.









martes, 16 de octubre de 2012

Erasmus en Suecia (20): 3193 kilómetros lejos de casa.

Uno de mis sueños es visitar Nueva Zelanda, concretamente Wellington, la capital. Bueno, más concretamente un bosque situado a medio día de viaje al norte de Wellington. ¿Por qué? Muy sencillo: porque es el punto más lejano de mi casa al que puedo ir, es el único que sitio de la tierra en el que puedo decir "no puedo ir más lejos". Es exáctamente la antípoda de donde he crecido y vivido veinticinco años. Y como no creo que pueda ir a la luna o hacer saltos estratosféricos desde el cielo me conformo con el lado opuesto del mundo.

¿Y a qué viene esto? La respuesta es muy simple: cada vez que logro superar mi marca de "esto es lo más lejos de mi hogar que he estado" siento una gran satisfación personal, mi espíritu viajero me dice en ese momento que está orgulloso de mí. Y la semana pasada, mientras paseaba por una de las calles más importantes y famosas del mundo, la Perspectiva Nevski en San Petersburgo, sabía que estaba viviendo un momento especial. He estado, según googlemaps, a 3193 km de mi casa. Para algunos no es es nada especial pero para mí supone un nuevo récord. 

Esta semana ha sido muy emocionante. Especialmente por lo que es entrar y salir de las ciudades en barco, algo completamente nuevo para mí. Lo he disfrutado como un enano. Mis compañeros de viaje han sido Juri, de Praga, y Andrea, de Génova. He de decir que la compañia ha sido excelente.

El primer día lo pasamos en Estocolmo. Es una de las ciudades más bonitas en las que he estado. No nos dió tiempo a visitar mucho pero sí que pudimos pasear por las calles del centro, ver la Casa Real y la catedral. Por cierto, una sueca muy maja nos comentó que aquí en general la gente piensa que la monarquía no sirve para nada más que para las revistas del corazón y para que su monarca, Gustavo, se vaya de putas. 

El caso es que embarcamos en un ferry enorme llamado Gabriela. Los ferrys son algo novedoso para mí pero la verdad es que enseguida te acostumbras. Son como un centro comercial enorme con cabinas para dormir y muchas tragaperras porque no hay mucho que hacer. Y, como suele pasar en las tiendas libres de impuestos, los precios son aún más caros. Pero claro tampoco puedes decir "pues me voy". Unos pantalones baqueros valen 99 euros por ejemplo. Hay cosas puntuales más baratas pero vamos... que merece la pena ir con la comida del super en la maleta.

Durante todas las noches en los diferentes barcos de viaje me tocó con un canadiense y dos americanos. Estuvieron borrachos 5 de las 6 noches por lo que creo que podría haber tenido más suerte con mis compañeros. Al menos llegaban a eso de las 5:00 y podía dormir unas cuantas horas tranquilo sin oirles llegar. Parece muy trágico pero fue gracioso saber que la primera noche uno estuvo buscando la habitación durante 2 horas ya que no la encontraba. Estábamos en el piso 2, es decir, el de más abajo, como  los irlandeses en el Titanic. Vamos, que no era muy sencillo llegar. Los demás días hubo más suerte y nos tocó en los pisos altos aunque sin ventana... cosa muy desconcertante para levantarse ya que no sabes si es de día, y más aún cuando en Finlandia hay una hora más y en Rusia dos.

La salida de Estocolmo es preciosa: muchas islas pobladas de bosques y mucho mar. Espectacular. Y, como no podía ser de otra manera la llegada a Helsinki es igual aunque un poco más fria. 

Durante el segundo día visitamos la capital de Finlandia. Helsinki es una ciudad que decepciona en general. A mí me ha gustado porque el tiempo fue muy bueno y porque es la capital no oficial del heavy metal. Pero siendo sinceros no tiene mucho que ver. En dos días ves todo lo importante. La catedral es preciosa pero al ser luterana no hay nada en el interior así que hay que ir a visitar las iglesias ortodoxas más pequeñitas. El centro es muy verde y en las proximades hay muchos lagos, se puede decir que es una ciudad muy agradable. 

Voy a dedicar un párrafo a lo mejor que tiene Helsinki: el mercado de pescado en el puerto. No he probado un salmón más rico en mi vida. A un precio de 7 euros (Finlandia es muy caro) me pusieron un platazo enorme de salmón recien pescado y cocinado con patatas, legumbres y salsa de ajo. Una montaña de comida fresca y recien preparada que degusté en el puerto mientras en los barcos la gente cantaba canciones tradicionales con acordeones. A mí me pareció una gran experiencia pero por ejemplo, para Juri, que es de la República Checa le pareció lo más novedoso que ha visto en su vida. En su país no tienen esa cultura de puertos y faena en la mar por lo que estaba realmente emocionado. En fin, riquísimo.

Por la noche salimos hacia San Peterburgo. El control para cambiar de país es un poco más estricto de lo habitual pero es un mero trámite. Por lo menos para los barcos de esta compañía que te permiten no tener visado para entrar en Rusia. La entrada es un poco más complicada ya que hay mucho trámite y revisión de pasaporte. (Creo que pocos pueden decir que han logrado hacer reír a los militares rusos de las aduanas. Cosas de mi estúpida foto en el pasaporte...). 

El miércoles llegamos a San Perterburgo. ¡Que llegada más impresionante! La niebla cubría las inumerables islas y canales. Lo poco que se podía ver era las luces de las enormes factorías y fábricas que adornan el puerto de la ciudad. Si hay una palabra que define a la excapital de Rusia es: "enorme". Todo es gigante e impresionante: las calles, las fábricas, los edificios, los monumentos... 

El primer día nos explicaron en una visita guiada la historia de la ciudad y nos llevaron por los sitios más interesantes: Avenida Nevski, Museo Naval, Fortaleza de Pedro I, la Catedral de Kazan, la Iglesia de la Sangre Derramada (cuya visita al interior, lleno de mosaicos, es obligada para cualquiera que pise la ciudad), el Crucero Aurora cuyo cañón de proa anunció el principio de la Revolución... en fin, una verdadera pasada. Además pudimos perdernos por algun parque, visitar la Universidad donde estudio Dovstoieski, también en la que estudió Putin, degustar comida tradicional (la comida es muy barata, especialmente si vienes desde Escandinavia. Por ejemplo un menú de burguer son 3 euros)... Destacar que los restos del comunismo siguen vivos: imágenes de Lenin, estrellas comunistas, hoces y martillos en el escudo de la universidad. Y en lo que no es comunismo sigue ese espíritu de devoción por el líder ya que puedes comprar hasta bustos de Putin.

Durante los dos siguientes días nos llevaron de fiesta (hay muchos bares para salir de farándula), visitamos el Palacio de Catalina de Rusia (que es como un Versalles pero a lo ruso), el museo Hermitage (que es como un Louvre pero a lo ruso) en cual nos perdímos dada su enormidad y nos supimos encontrar la salida hasta 40 minutos más tarde, la Catedral de San Nicolás, la ceremonia de apertura de los puentes para que los barcos puedan cruzar la ciudad por la noche. Creo que vimos todo lo importante de esta ciudad.

Respecto a Rusia y los rusos... responden perfectamente al tópico. Nunca sonrien por ejemplo. Decidimos movernos en metro en una ocasión y ya que está situado más o menos en el infierno y las escaleras mecánicas son como 5 min hasta la superficie nos paramos a mirar si alguno de los que iban en la otra escalera, en dirección contraría, parecía feliz... ninguno. Desde ese momento nos fijamos en el resto del viaje y sólo parecen sonreir de noche, cuando beben.

San Peterburgo es una ciudad muy peligrosa en cuanto al tráfico. Las calles son enormes, no siempre hay semáforos y no es raro ver como un coche va a 120km/hora aunque llueva a cántaros. A veces en un carril hay dos coches y a veces en dos carriles hay 5 coches... una locura. Por mucho que seas italiano o español no estás preparado para esto. 

En fin, mi conclusión es que es una ciudad digna de visitar antes de morir. Es preciosa y espectacular. Eso sí, cuidado con el tiempo: en invierno puede ser normal -30 grados. Afortunadamente nosotros "disfrutamos" de una agradable temperatura de 9 grados en mitad de octubre. 

El sábado volvimos a Helsinki y dado que hacía muy buen tiempo visitamos la fortaleza situada en una isla que protege la entrada a la ciudad. Es perfecto para hacer picnic los días de sol y para saber como ahí se dieron de palos en diferentes guerras suecos, franceses, finlandeses y rusos. 

El domingo visitamos de nuevo Estocolmo. Es de visita obligada el Vassamuseet, el museo con más vistantes  por año de Escaniavia. En su interior alberga un galeón del siglo XVII en perfecto estado que se hundió en su primer día de viaje en frente de las narices del rey de Suecia. Es impresionante. 

En fin, el viaje ha sido toda una experiencia. Entre otras cosas porque he podido conocer a estudiantes erasmus de otras ciudades y he podido ampliar, aún más, mi experiencia internacional. El lado negativo es que el grupo de españoles que venía de otra ciudad eran lo más cateto, analfabeto, maleducado y gilipollas que he visto en mucho tiempo. Por lo que he hablado y he podido averiguar es normal que los españoles y franceses que se van de erasmus hacen pandilla y pasan de los demás pero esto era algo exagerado. Le gitaban a la guía (en castellano claro) que se callase para que pudiesen dormir ya que había estado borrachos y gritando toda la noche, a otra guía le lanzaban piropos de obrero en castellano, en el Museo Hermitage comentaron delante de la segunda pintura que hizo Leonardo Da Vinci "¿Qué le pasa a esta gente, nunca ha visto una pintura?"... No he visto una tribu de payasos y retrasados como esta en mi vida. Afortunadamente estos desgraciados son la excepción. Eso sí, la imagen que dan es lamentable.

Respecto a la vida en Malmö no hay mucha novedad. La gente está planeando muchas excursiones y viajes por lo que a veces está todo un poco desierto... pero eso no evita que siga habiendo gente con la que hablar inglés y mejorar más aún. 

En fin, seguiremos informando. Un abrazo.  



domingo, 23 de septiembre de 2012

Erasmus in Malmö (19): To be or not to be.

Tras varios días sin comentar mucho por fin tengo cosas interesantes que contar. 

Lo primero decir que el frío ya ha llegado. Nos mantenemos en los 12 grados pero eso no es lo peor. Lo peor, aunque supongo que normal en las ciudades costeras, es el viento. A veces se hace demasiado pesado ir en bici o ir a dar una vuelta. Aún así no se está mal ni llega a ser incómodo. 

El fin de semana pasado fue relajado. No hice mucho. Dar una vuelta para no estar todo el día en la residencia y poco más. Lo más interesante fue el domingo, que hizo un día aceptable y decidimos ir al puerto a saltar al mar desde un muelle situado a unos 6 metros de altura. No es mucho pero a mí sí que me sirvió para descargar adrenalina y disfrutar de las frías aguas bálticas. De todas maneras lo mejor fue ir a un café después de eso. 

Esta semana ha sido más relajada. Por fin he ido a una clase que me ha gustado. Trataba sobre el concepto de democracía según los países. Evidentemente que en España tenemos mucho que mejorar, pero habiendo gente de China, Kenia o Líbano... acabas agradeciendo lo que tienes. Aunque claro, también hay gente de Suiza y Suecia. 

El viernes fuimos a un parque natural llamado Kullaberg. Está a dos horas al norte de Malmö y es, por el momento, el sitio más lejano a mi casa en el que he estado xD. (http://en.wikipedia.org/wiki/Kullaberg) Es parecido al norte de España, a Asturias y Galicia, pero quizás es un poco más salvaje. Fui con unos alemanes la mar de simpáticos y la verdad es que salió muy bien de precio ya que uno de ellos tiene coche y no hay que pagar trenes. Hay paisajes que son una auténtica pasada, totalmente nórdicos e imponentes.

Ayer fuimos a Helsinborg y Helsingorg. La primera es una cuidad medieval sueca y la segunda es una ciudad medieval danesa situada justo en frente de la primera y que para llegar hay que ir en ferry. Lo mejor de Helsingor es que tiene el castillo de Kronborg (http://en.wikipedia.org/wiki/Kronborg) que es ni más ni menos el castillo que inspiró a Shakespeare para recrear su obra Hamlet. Todos los desastres y desgracias del libro suceden en ese mismo sitio. Los grandes castillos bien conservados siempre resultan imponentes así que resultó de lo más interesante.

Por otra parte una de las cosas más emocionantes fue ir en el ferry. Fueron sólo 15 min pero entre el viento y las olas el viaje se hizo bastante movidito. 

Por lo demás en un par de semanas no creo que haga mucho ya que el mes que viene me voy a una actividad de la ESN que consiste en ir en barco desde Estocolmo hasta Helsinki y desde ahí hasta San Petersburgo (la única ciudad rusa donde puedes ir un par de días sin visado de turista). Así que trataré de ahorrar dinero y prepar todo para lo que puede ser un magnífico viaje. 


martes, 11 de septiembre de 2012

Erasmus en Malmö (18): Sweden is different.

Como esta semana ha sido relajada y tampoco he hecho muchas cosas por aquí tampoco hay mucho que contar. Además este último fin de semana he estado en Madrid por lo que poco puedo decir de cómo es la vida en Malmö si no estoy ahí. Destacar que en el viaje de vuelta no me han perdido la maleta pero ya estaba yo con la intención de poner el siguiente artículo de Reverte en el blog: http://favoritosreverte.blogspot.se/2011/10/aterriza-donde-puedas.html

Creo que lo que voy a hacer es destacar algunas cosas que me han llamado la atención por ser diferentes o por ser iguales (por mucho que tengamos idealizados a los suecos). 

La vida aquí es cara, eso es cierto. Pero no lo es si comparamos los salarios mínimos. Bueno, primero aclarar que Suecia no tiene Salario Mínimo Interprofesional como tal, tiene acuerdos con los sindicatos y estos fijan un mínimo de 17.192 coronas suecas al mes. Esto viene a ser unos 2000€ de los cuales el 23% se va en impuestos. O sea que un sueco gana como mínimo 1540€, algo más del doble que en España. Bien, pues siento decir que aquí las cosas no valen el doble, valen menos del doble. Quizás un 50% más caro así a ojo. Por tanto podemos sentirnos estafados en España. 

El cine vale unos 13 euros, o sea unos 5 euros más caro que en España pero tampoco el doble. Los museos tienen muy buenas ofertas para estudiantes y por el momento he podido ver que los precios son igual o más baratos que en Madrid. La cadena de la bici o la reparación de la rueda trasera me valió unos 17 euros cada cosa y por lo que me han contado en España está más o menos al mismo precio. Y el menú en el Burguer King cuesta exactamente lo mismo. Así que hay motivos para estar un tanto molesto.

Pero no todo es perfecto. Aquí se ve que hay mucha pasta (veo cochazos caros una o dos veces por semana) pero esto es una gran ciudad (300.000 habitantes) y, por ejemplo,  los tópicos del civismo nórdico no siempre son verdad. Todo el mundo ata su bici por miedo a que se la roben. De hecho a algunos estudiantes les han chorizeado la bici o parte de ella. Otro ejemplo: la gente no está callada en el autobús ni habla a susurros para no hacer ruido.

Más tópicos: la media de temperatura en invierno, al estar cerca del mar es de 0 grados (o eso dicen), no hay bandas de metal anunciadas por todas partes (aunque más que en Madrid), hay suecas morenas, bajitas, gordas...

Lo que quiero decir es que este país es caro, sí, y se nota que hay mucha pasta en infraestructuras, educación y sanidad... pero tampoco es todo perfecto. Evidentemente recomiendo este sitio a todo el mundo pero no nos vayamos a creer que esto es un paraíso. 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Erasmus en Malmö (17): Lo barato sale caro II.

Hoy se me ha pinchado la rueda de atrás de la bici. Ahora mismo estoy esperando a que me la arreglen en una tienda cerca de un centro comercial con wifi gratis. Supongo que eso le puede pasar a cualquiera pero vamos... que vaya gracia pagar 15 euros.

Esta mañana he visitado el Castillo de Malmö (que parece una casa muy grande desde fuera) y el Museo Tecnológico. El primero mola mucho por dentro aunque es una mezcla de salas de arte de todo tipo con elementos de un castillo medieval. El segundo es una pasada, especialmente porque puedes entrar en un submarino de la Segunda Guerra Mundial. La verdad es que yo no sería capaz de estar metido varias semanas bajo el agua en un sitio así. Demasiado agobiante para mí. 

En fin, seguiré informando y espero que mi bici no me de más disgustos.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Erasmus en Malmö (16): Castillos que parecen casas.

Bueno, ya hace casi una semana desde que escribí por última vez. La verdad es que hay muchas cosas que hacer.

Lo más interesante que me ha pasado esta semana ha sido... muchas cosas. En primer lugar he hecho el examen de sueco que me permitirá seguir aprendiendo sueco. Creo que no me salió mal aunque hubo unas cuantas cosas que no entendía. Lo malo es que mi vocabulario es limitado y en la redacción, que consistía en resumir lo que hago a lo largo del día, puse que me gusta ir al parque después de comer para dormir la siesta y que me gusta tocar el piano antes de dormir. No obstante creo que hice un buen examen. 

Por otra parte, después del examen nos llevaron de excursión. La verdad es que no estuvo nada mal. En primer lugar visitamos el Castillo de Glimminheus a una hora de Malmö. Al parecer es el castillo mejor conservado de toda Escandinavia y pertenecia a un noble danés apodado "Wolffang" (colmillo de lobo, qué vikingo que suena) que se forró a base de saquear a alemanes, noruegos y suecos. La visita era bastante interesante pero he decir que de castillo tenía poco, era más bien una casa muy grande. En cualquier caso la visita resulta muy interesante. Además tiene gente disfrazada de época usando una forja de verdad. 

Luego fuimos a visitar una típica villa pesquera llamada Kaseberga y nos invitaron a comida. El pescado no era nada del otro mundo pero el pan con mantequilla estaba muy rico. Lo más interesante de todo es unas piedras de la edad de bronce situadas encima de una colina. Oficialmente este sitio se llama Ales Stenar pero también se puede denominar como el Stonhengue Sueco. El tiempo fue excelente en el momento de la visita así que realmente fue una excrusión muy agradable. Además el paisaje era espectacular, cerca del mar, con verdes colinas... 

El viernes fui a un par de conferencias donde nos dijeron qué se puede hacer o no en relación con la bici o con ir borracho. En teoría, como en Madrid, te pueden poner una multa por cualquier cosa pero vamos, que yo he visto a la gente hacer de todo. 

Poco después recibí a mi amigo Fernando. Se trata de la primera visita que recibo. Es una de las personas con las que más he viajado y parece bastante encantado de estar de polizón en mi casa ya que llevaba varios días yendo en bici desde Estocolmo por toda la costa. Lo mejor de todo es que se vino a la siguiente actividad que nos tenían reservados a los erasmus: una comida de buffet libre con un juego en el que podías ganar una entrada de cine. Pues bien, ahora mismo tengo dos entradas de cine que usar ya que nuestro grupo ganó el premio y Fer me ha dado su entrada. No está nada mal teniendo en cuenta el precio del cine aquí, unos 13 euros al cambio. (Aún así, teniendo en cuenta los salarios me resulta barato).

Ayer sábado hicimos una excursión hasta Lund. Son 20 km en bici de ida y los mismos de vuelta XD. Estoy bastante orgulloso de haberlo hecho ya que ni mi bici no es de montaña ni yo soy una persona con especial interés por darme "palizas deportivas". Lo más interesante de Lund es la catedral y, según dicen, la fiesta. Es un sitio que se ve rápido pero lo mejor de todo, y lo más divertido, es que pudimos asistir a unas olimpiadas para conejos en el parque de al lado, con salto de vallas de todo tipo. 

Por lo demás por aquí el ambiente va mejorando. Cada vez hay más confianza entre todos los estudiantes. Aunque por otra parte esta semana que empieza cada uno ya tendrá que ir a su facultad y posiblemente nos veamos un poquito menos.

lunes, 27 de agosto de 2012

Erasmus en Malmö (15): Lo barato sale caro.

Esta semana ha sido de lo más movida. El miércoles fuimos al concierto de los The Hives. La verdad es que están en plena forma y siguen igual de cañeros que hace 7 años que es cuando los vi (cómo pasa el tiempo). Lo que pasa es que el público sueco me parecía de lo más muermo. Sólo algunos saltaban y botaban. Es chocante pues este tipo de conciertos en España pueden ser hasta violentos.

Durante estos días he conocido más la ciudad. Hay un rocódromo muy interesante al que intentaremos ir este fin de semana dependiendo del tiempo que lo único que hace es cambiar cada par de horas. Además hemos explorado la zona del puerto y la playa y he de decir que es bastante bonito. Lo más especial fue cuando sin rumbo fijo y sin ningún objetivo fijado nos pusimos a pedalear... al final acabamos, al cabo de una hora y pico, bajo el puente de Oresund. Esto ha sido una de las cosas más impresionantes que he visto. Es una gran obra de ingeniería que comunica dos países separados por un mar. Es espectacular e intimidante estar ahí debajo y escuchar los trenes pasar.

El viernes fuimos al festival. No estuvo nada mal. Es raro que las fiestas de una ciudad como esta (la tercera más grande de Suecia) acaben en viernes y no en domingo pero bueno, yo no lo organizo así que ellos sabrán. Disfruté de un conciertazo de una banda llamada Hoffmaestro. Ahí sí que parecía que los suecos sabían moverse. 

Recomiendo a todos los que vayan a pasar por Malmö que se pasen la semana del festival. Es muy entretenido y hay conciertos todos los días.



Después del concierto fuimos a una "fiesta" en la calle. Al parecer una de las organizadoras de la universidad informó del evento. El caso es que fue algo realmente extraño. En un principio consistía en mogollón de gente escuchando música que salía de unos carros y a medida que se avanzaba por la calle se iba bailando. Como una manifestación pero con la finalidad de estar de farándula. El caso es que a medida que avanzaba por la calle más policía había. En un momento varios furgones de la policía cortaron el paso y varios tipos de la fiesta, que por cierto estaban enmascarados, empezaron a hacer pintadas con la A de anarquía y a gritar consignas anticapitalistas. También iban con bengalas. Al cabo de un rato la protesta-fiesta continuó pero nosotros decidimos no seguir ahí ya que por el momento no tenemos ningún problema con la policía sueca.

El sábado, además de hacer labores como limpiar mi habitación, nos fuimos a ver el Castillo de Malmö pero estaba cerrado. Aún así el paseo en bici estuvo bien y no nos llovió. Esta ciudad está llena de parques... de parques que son cementerios. Está todo muy cuidado y muy bonito para que pasees por ahí felizmente pero de repente te puedes encontrar con unas cuantas tumbas. 

El sábado por la noche fuimos a una fiesta de la residencia en el piso 9. No estuvo mal pero creo que esto se empieza a desmadrar. Yo me retiré a las dos pero tengo entendido que la fiesta se canceló a las cuatro por que algunos empezaron a tirar cervezas por la ventana. Y, antes de irme yo, algunos había tirado sillas por la ventana. Además en mi cocina hay una señal de tráfico de "Alces en la ciudad de Malmo" que alguien se ha encontrado por ahí. También, en el piso cinco, hay una señal de obras, un flotador, un carro de la compra, un árbol de navidad y unas piernas de plástico...

En fin, tras tanta locura mi cuerpo necesitaba algo diferente y el domingo fuimos al parque nacional de Soderases. Aunque el paisaje, que era una pasada, se puede encontrar en cualquier país, la sensación de estar en el campo en el norte de Europa es inigualable. Lo disfruté mucho. Lo malo es que en el camino a la estación para coger el tren la cadena de mi bici se rompió así que he tenido que comprar otra por 150 coronas. No es caro pero no me hace gracia pagarlo.

Por lo demás tengo examen de sueco el jueves. Estos días me tengo que concentrar en estudiar y sacar mi lado más nórdico.

domingo, 26 de agosto de 2012

Alex from the blog

De las aves que vuelan, me gusta el chancho. De las flores silvestres, las empanadas.

This is a song that I learned in southern Bolivia, whilst working on a vineyard with many a jolly soul. Yes, the words are nonsense, but there is a lesson to be learned from this. The song is to be sung with a passion, from the heart, and of course with a smile on the face. It goes to show that you don´t always have to understand something to reap the benefit of happiness from your experience. And experience is life. The more experiences you have, the more you live, and by stepping outside of your comfort zone you unlock the potential for exponential happiness. Get out there and do something crazy.

¡No dejes para mañana lo que tú puedes hacer hoy!
-Alex Paullin.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Erasmus en Malmö (14): Primeras lluvias.

Esta mañana ha llovido en Malmö. Afortunadamente ha sido sólo por la mañana así que el resto del día ha estado bastante despejado, incluso ha hecho calor. Lo malo es que el chaparrón ha coincidido con la primera vez que he ido en bici a la universidad y bueno... es muy complicado ir en bici mientras sujetas un paraguas. 

En fin, ahora me piro a un concierto de The Hives al que tengo muchas ganas de ir.

Pd: es increíble las cosas que conocen de España los no españoles. Me han preguntado que si alguna vez he estado en la tomatina o que si he tirado una cabra desde un campanario.

martes, 21 de agosto de 2012

Erasmus en Malmö (13): Con el viento en la cara.

¡Por fin tengo bici! 

Hoy una francesa me ha dado un numero de un tío que vende bicis. Todo sonaba muy turbio pero al fin puedo moverme más rápido. Hasta ahora iba andando a los cursos de sueco para no tener que pagar el autobús que aquí es muy caro. 

Ha sido todo como en las películas americanas. Me dan un número al que tengo que enviar un sms diciendo quién me manda, tenemos la típica conversación de cuánto pides, cuánto ofreces, dónde quedamos y a qué hora... y una vez ahí (en una estación), entre mogollón de tipos con pintas muy malas aparece un tipo bajito que parece árabe y me sonríe. Me habla en francés (ya estoy acostumbrado a que se crean que soy francés nada más verme), le digo que soy el que estaba esperando y hacemos la transacción.

Pero la tensión aumenta porque yo no quiero bicis robadas así que le pregunto que cómo es que tiene tantas bicis, hay que tener en cuenta que en mi resi hay una chica que se ha enterado de que su bici había sido chorizeada días antes. Me dice que es egipcio, que estudia un máster y que como en su tiempo libre le gusta reparar bicis todos sus compañeros del máster le dieron las bicis antes de irse. Le creo y le doy el dinero. Luego tenemos la típica conversación de mafiosos: me dice que le gusta bailar salsa, que le encantan las mujeres suecas, que estudió francés en el colegio pero que lo ha olvidado (todo esto en francés), que tiene un amigo en España y que hace muy buen tiempo para ir a la playa. Lo típico vamos. 

Un poco absurdo pero bueno,  lo importante es que ya tengo bici y que me ha costado 500 coronas. Aunque me tendré que gastar otras 100 en un candado y otras 100 en un casco. (Unos 85 euros al cambio). 

Pd: probablemente la bici sea robada. No tengo medios para demostrarlo así que espero de verás no haberle hecho una ****** a nadie. 

Pd2: la bici es de chicas. No es rosa pero tiene la barra así como baja... pero bueno, así es más fácil subirse.

Erasmus en Malmö (12): conociendo otras culturas.

Antes de empezar he de decir que me he hecho con una guitarra por 40 euros. No está nada mal. Aún me queda comprar una bici pero de esta semana no pasa. 

El caso es que la vida con gente de diferentes países resulta de lo más interesante. No sólo por los estereotipos que resulta que no siempre son verdad sino porque realmente aprendes mucho. Los alemanes dicen que los suecos son superorganizados y que más les valdría a ellos ser tan disciplinados, los suecos dicen que los más disciplinados son los suizos y que deberían ser más animados y vivir mucho más la vida tal y como lo hacen los de los países mediterráneos. 

Además, los del sur de Suecia son considerados en su propio país como los vagos, cosa que puedo corroborar por los libros de Henning Mankell. Y aquí, ven a los de Estocolmo como mucho más organizados y trabajadores pero más fríos en personalidad. 

Una cosa que les sorprende mucho a los suecos con los que he hablado y en general con gente que no ha visitado España es que los inviernos en Madrid son fríos. Podemos llegar a los 0 grados tranquilamente en invierno. Aquí parece que piensan que en los países mediterráneos hace calor siempre. 

Y por lo que podido averiguar los americanos les encanta celebrar el 4 de julio porque pueden comer muchas hamburguesas y estar con la familia, no por que ser americanos es lo mejor que les ha pasado.

Por cierto, es curioso lo admirada que es la selección española en todo el mundo. Si sale un tema de deportes todos dicen que debería sentirme muy afortunado por tener una selección tan poderosa. Y también me resulta curioso que la banda española más conocida fuera de nuestras fronteras es SKA-P. 


domingo, 19 de agosto de 2012

Erasmus en Malmö (11): WRAAAAAAAAAAAAAG!


Bueno, por fin tengo un poco de tiempo para escribir por aquí. Estos días han estado bastante cargados de planes y actividades por lo que los momentos en los que estaba en frente del ordenador los he usado para comunicarme con mis allegados. 

Antes de contar que tal es la vida por aquí quiero dedicar esta entrada al padre de Félix, un malagueño muy majete que está de Erasmus aquí y que me ha contado que su padre le ha pasado este mismo blog.

También quiero decir que si venís a Malmö no aceptan dinero en el bus, se paga sólo con una tarjeta especial que tienes que recargar. Bastante rápido el sistema este pero no apto para gente no preparada.

En fin, he hecho múltiples amistades por aquí. Principalmente me llevo, por ahora, con Martin, el suizo deportista; Mijail (o algo así), que es de Polonia y le gusta mucho la fiesta, la historia, la cerveza y las mujeres españolas;  Thijs, un holandés muy gracioso y Alex, el incombustible americano sin ningún tipo de vergüenza. (Creo que es el más notas de todos). El caso es que además me llevo con más gente y, supongo, que el grupo de los "exchange students", todos, serán con los que me lleve de aquí a poco tiempo. ¡Y he conocido españoles! Resulta que hay muchos. Me sorprendió bastante porque llevaba dos días sin hablar más que unas pocas palabras de español y los conocí a todos de golpe. Al principio creía que iban por libre pero no, se están apuntando a todos los planes.

Los días entre semana aquí, por el momento, consisten en clase de sueco de 9 a 12. Está bien porque además de conocer más gente aprendes sueco... un poco al menos. Ya sé preguntar (y responder) cosas como "¿Cómo te llamas?", "¿Qué idiomas hablas?", "¿De dónde eres?" o contar hasta 100. Pero creo que mi pronunciación es lamentable. Y aquí, con tanta actividad, no parece que haya tiempo para estudiar. Lo más curioso de todo es que las clases son de 45 minutos clavados y 15 minutos exactos para descansar, así hasta sumar 3 horas. Se hace realmente ligero. También nos enseñan canciones en sueco para beber. Probablemente una de las palabras más usadas en este idioma es Skal (con “a” con circulito), que significa "salud". 

Estos días he estado visitando la ciudad. Por ejemplo, Alex y yo "descubrimos" el otro día un parque enorme con un molino y un río donde la gente hace piragüismo. Tiene muy buena pinta, sobre todo ahora que hace buen tiempo. Aunque si lo que quieres es colocar una hamaca para dormir no encontrarás sitios (es lo que quería Álex... o sea que se lleva hamacas a clase).

Lo más destacable ha sido una gran fiesta llamada "World's Biggest Crayfish Party" y consiste en comer crafish (cangrejos de río) y beber en la plaza principal de Malmö mientras un grupo de música tradicional sueca toca canciones de beber (aunque también hicieron versiones de la Credence ClearWater Revival). Bastante divertido la verdad. En palabras de Alex: "That's like the fucking America!". Por cierto, en ese mismo festival, que para mí es el mejor festival de comer cangrejo de río en el que he estado, conocí a otro americano que en  cinco minutos ya había hecho migas con una familia sueca, había salido por la tele explicando cómo pelar los cangrejos de río y bailó y bebió vino con otra familia local. Los suecos tienen fama de bastante cerrados pero con los extranjeros son gente muy amigable.

También he estado en algún concierto. Como esta semana es el festival de Malmö hay conciertos todos los días. El otro día vimos a los Caligola (tienen varios vídeos con cerca de un millón de visitas en YouTube) pero no me gustaron. Ayer vimos un grupo de jazz realmente bueno.

En realidad hay mogollón de cosas que contar. Por ejemplo que participamos en una “marcha zombie”. Es un evento que consiste en disfrazarse de zombie y andar como si de una manifestación se tratase por la calle. Hay gente que realmente parecía muy convencida de estar en un estado de “no vida”. Fue bastante gracioso, de hecho Alex y Thijs han salido en la portada del periódico local. Yo también estaba ahí, pero no salgo :(

La verdad es que tengo como una mezcolanza de recuerdos en mi cabeza porque he hecho mogollón de cosas desde que recuperé la maleta. Por cierto, me pagaron 120 coronas danesas y, en teoría, la ropa que me compré me saldrá gratis.

Hoy hemos disfrutado del buen tiempo y nos hemos bañado en la playa. La verdad es que ha sido raro por varios motivos: primero, había mazo de algas; segundo, el agua estaba muy bien para ser el Mar Báltico; tercero, había medusas por todos lados; y cuarto, se podía andar muchísimo hasta poder nadar sin hacer pie. El caso es que por un día en Suecia que se puede estar como si fuese en la Costa del Sol hay que aprovecharlo.

En fin, espero poder seguir informando y contando cosas. La experiencia está siendo muy interesante aunque se sigue echando de menos muchas cosas. Aun así ya empiezo a tener una sensación de que para cuatro meses que voy a estar aquí tengo que aprovecharlo.