viernes, 26 de octubre de 2012

Erasmus en Suecia (22): Winter is comming.

LLevamos una semana durilla en cuanto al tiempo se refiere. Una media de 5 grados, mucho viento y bastantes lluvias. Me recuerda a Madrid en los peores días de enero y febrero... pero aquí es sólo otoño. 


Aquí dejo una fotito de lo que hasta hace una semana era un camino verde y frondoso.





sábado, 20 de octubre de 2012

Sabaton + Eluveitie en Copenhague.

Aprovechando mi estancia en Malmö me he pasado por la ciudad vecina para ver a dos de mis bandas favoritas. No son perfectas, a veces son repetitivas, no tienen mucho que ver entre ellas, pero me gustan y tocaban juntos así que era una buena oportunidad para saber cómo son los conciertos de metal en Escandinavia. 

Noté varias diferencias:  En general la gente es más educada que en España, te piden permiso para pasar en vez de abrirse paso a codazos, no están aglomerados en un espacio mínimo en frente del escenario si hay sitio para estar cómodamente pero cerca, los niños pueden entrar (supongo que acompañados de adultos), había bastante gente de más de 30 años no sólo jóvenes, el tiempo entre banda y banda no supera los 15 minutos (en España puede ser 30 minutos tranquilamente) y lo más destacable, la media de altura es bastante superior a la de España. La mayoría de la gente me sacaba media o una cabeza por lo que en los momentos "más movidos" del concierto la sensación de seguridad era bastante inferior que en todos los conciertos a los que he ido. Verdaderos vikingos, eso es lo que son.

En fin, con mi amiga de por aquí, Marta, una polaca aficionada al metal y a la música electrónica, entramos en la sala. Nos pusieron un sello para poder salir y entrar cuando queramos (otra diferencia) y para dentro.  Así de simple. La sala, llamada Amager Bio, era grande y confortable pero lo mejor era el sonido que era perfecto. Incluso con Eluveitie y los miles de instrumentos que tienen (no es habitual que las bandas de folkmetal logren un buen sonido).

Los primeros en salir fueron los húngarosWisdom, una banda de power metal que en mi opinión tiene poco que ofrecer. Recodaba de ellos haber visto un vídeo en youtube pero poco más. Son muy repetitivos y muy poco novedosos. Hacen el mismo estilo de power metal de dragones y mazmorras que empezó a resultar cansino hace diez años y que por eso bandas como Dream Tale o Celesty a penas han logrado sobrevivir. Aún así hay algún tema que me llamó la atención: Live Forevermore, Judas o Heaven and hell sonaban muy bien en directo. Aunque lo mejor, sin duda, fue la versión de Iron Maiden, Wasted Years.


Los siguientes en salir a la palestra fueron los suizos Eluveitie. Esta banda es uno de los motivos por los que toco en un grupo de folkmetal. Con el tiempo no han sabido hacer nada nuevo y resultan a veces demasiado cansinos y repetititvos... y el cantante estaría mejor callado de vez en cuando porque tengo la sensación de grita demasiado. Pero eso no evita que tengan temazos como la copa de un pino, temática histórica y muy buenas melodías celtas. Lo comido por lo servido.

El caso es que en directo suenan como un cañón. Por motivos que desconozco uno de los guitarristas no estaba con ellos y era un sustituto que de vez en cuando metía algún solo bastante bien encajado, así que bienvenido sea. En esta ocasión pasaron de los temas tranquilotes y decidieron tocar lo más trallero de su repertorio. Sobre todo del último disco por lo que eché de menos algunas canciones de sus primeros discos. 

Empezaron con Helvetios que es un tema perfecto para arrancar su andanza de metal y música celta. Una intrudocción a medio tiempo que les permite ir saliendo poco a poco y luego tralla. Buena elección. Continuaron con Luxos, cuyo estribillo es de lo más pegazido que tienen, y con Santonian Shores y Neverland, de mis favoritas del último disco. Después fue hora de la preciosa A Rose for Epona y se puede decir que fue el único descanso en todo su repertorio.


Pidieron que el público se volviese especialmente "movido" (cosa que lograron) durante la rápida Met your enemy y continuaron con Uxellodunon, Alesia y la nueva Divico. Después pasaron a tocar a la canción que les hizo girar por todo el mundo varias veces: Inis Mona. Al ser su tema estrella dejan que el público la cante durante un rato y como novedad metieron un solo de guitarra que le da más potencia aún si cabe.


Después de esto se despidieron con la canción de su último clip: Havoc. Es rápida, cañera, potente... pero como tantas otras que tienen. Eché de menos algunos temas como Thousandfold u Omnos pero también hay que tener en cuenta que venían como teloneros y no como principales así que tampoco tenían mucho margen de maniobra... pero tocar sólo temas del último disco tampoco es plan. En fin, pese a las críticas me gustó volver a verlos y saber que siguen en forma, lo disfruté mucho.


Tras una corta espera el turno de los suecos Sabaton. Como este es mi blog y hago lo que me da la gana voy a poner un clip por cada canción que me gusta que tocaron. Quien quiera que los vea. ¿Por qué? Porque esta banda se dedica a tocar una mezcla de power metal con heavy metal con temática histórica, principalmente de la Segunda Guerra Mundial. Y como apasionado de este periodo he de decir que los clips que se marcan estos tíos son una maravilla.

Los vi hace siete años como teloneros de Edguy y desdes entonces no les perdí la pista. Se han marcado buenos discos y han logrado reunir una importante legión de seguidores. A veces pueden hacerse un pelin repetitivos pero cuando algo te gusta... te gusta y te da igual.

Como canción introductoria pincharon The final countdown de los Europe, cosa rara e inesperada y luego su  The March of War de su último disco. El escenario, muy bien ambientado con focos y plataformas de metal, se cubrió de niebla y sonaron los primeros acordes de Ghost Division, un arranque demoledor en el que narraron la campaña del Coronel Rommel con su Séptima División Panzer. El público se volvió loco nada más empezar y pudimos ver a una banda llena de energia y con un directo aplastante. El cantate, Joakin Brodén, lejos de tener el mismo registro que Bruce Dickinson, de los Iron Maiden, se mueve como el mismo y no deja de saltar y estar atento de todo lo que ocurre. Un crack. Y puestos a hacer referencias a la banda británica decir que el guitarrista tocó perfectamente todos los temas con una de las guitarras más simples pero efectivas que ha dado el mercado del rock: una Stratocaster nada ostentosa (cosa rara en este mundillo heavy).

La siguiente canción que hizo que todo el público botase al mismo tiempo fue God with us, de su último disco que hace honor a la historia de Suecia. Con su pegadiza melodía, casi celta, nos narrron la Batalla de Breitenfeld acontecida en 1631 contra el imperio Germano. En la misma línea continuaron con Poltava, un medio tiempo que narra la derrota contra los rusos en 1709.

Lo siguiente fue para mi totalmente novedoso: el público podía elegir qué canción tocar. Ellos ofrecían dos o tres y la gente elegía a base de gritar cuanto más fuerte mejor. Simple, novedoso y efectivo. El cantante comoentó que normalmente tienen muy claro qué canciones tocar pero que cuando no saben muy bien qué hacer hacen este juego y así todos contentos. Nunca lo había visto y me pareció bastante acertado. Así pues el tema que tocaron fue la muy heavy y potente White Death, en honor al francotirador finlandés Simo Häyhä. Este hombre fue el que más enemigos se cargó en la frias y nevadas tierras de Finlandia y logró labrarse su propio apodo.

Tras un rato de hablar con el público comentó entre otras cosas que el público de Copenhague es especialmente "movido" ya que la última vez que tocaron ahí se cargaron la valla que separa el escenario del público (algo especialmente complicado para gente normal). Después hizo una pequeña intruducción histórica ya que a veces tienen que tocar canciones en las que hay un ganador y un perdedor... y claro, en un disco que va sobre la historia de Suecia, eterno enemigo de Dinamarca hasta hace unos años, pues puede resultar un poco violento. Pero aún así la gente encaja la historia con humor y ni pasa nada. Sabaton gira por Alemania a menudo y muchos de sus temas son sobre la Segunda Guerra Mundial y nadie se siente herido: las cosas ocurrieron como ocurrieron y nadie se siente ofendido. Asi pues tocaron la pegadiza Carolus Rex, que narra la historia de Carlos XII de Suecia, y Karolines Bön honor a los soldados de Carlos XII. Lo malo es que lo cantaron en sueco y yo no me enteré de nada, aunque parece que la gente de Dinamarca sí. Este último tema me resulta un poco aburrido pero entiendo que tras varios discos no van a tocar solo mis favoritas.

Continuaron con la potente 40 to 1, que narra como unos pocos hombres de la resistencia polaca se enfrentaron al ejército nazi. Merece la pena ir a concierto de Sabaton acompado de alguien de este país porque parecen disfrutar bastante este tema.



Fue el turno de Cliffs of Galipolli, que como su descriptivo nombre indica narran la campaña de Gallipoli durante la Primera Guerra Mundial. Es un tema muy épico y pegadizo por lo tanto lo disfruté con entusiasmo.


Después el público eligió de nuevo. La canción que interpretaron fue Coat of Arms, el potente arranque de su anterior disco que narra la campaña de Italia en Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Las otras opciones que no salieron elegidas eran Unprising y Screaming Eagles, para mi dos de sus mejores canciones entre otras cosas porque los clips son impresionantes. Especialmente el de Unprising con actores de reconocido prestigio y todo.



Después tocaron más temas a medio tiempo de su último disco: Lion from the North y la intensa The Hammer has Fallen. Entre una y otra hicieron un juego un poco tonto en el que mezclaban canciones de Abba y de Van Hallen. Gracioso y entretenido. Continuaron con The Art of War antes de hacer el bis que anunciaba que pronto se acabaría la diversión.

Antes de terminar acudieron a dos de sus más antiguos clásicos que narran el principio del fin de la Alemania  Nazi y el fin de III Reight: Primo Victoria, que deja al público cantar cómo fue la operación Overlord en Normandia y a la potente Attero Domminatus. Por último nos regalaron la original Metal Crüe cuya letra está hecha a base de diferentes y famosas bandas de heavy metal.




En fin, una delicia de concierto. Y más teniendo en cuenta que la organización y el sonido era genial y el precio es el mismo que en España (comparemos salarios mínimos, ejem, ejem...). Lo disfruté muchísmo y ojalá pueda volver a verlos.









martes, 16 de octubre de 2012

Erasmus en Suecia (20): 3193 kilómetros lejos de casa.

Uno de mis sueños es visitar Nueva Zelanda, concretamente Wellington, la capital. Bueno, más concretamente un bosque situado a medio día de viaje al norte de Wellington. ¿Por qué? Muy sencillo: porque es el punto más lejano de mi casa al que puedo ir, es el único que sitio de la tierra en el que puedo decir "no puedo ir más lejos". Es exáctamente la antípoda de donde he crecido y vivido veinticinco años. Y como no creo que pueda ir a la luna o hacer saltos estratosféricos desde el cielo me conformo con el lado opuesto del mundo.

¿Y a qué viene esto? La respuesta es muy simple: cada vez que logro superar mi marca de "esto es lo más lejos de mi hogar que he estado" siento una gran satisfación personal, mi espíritu viajero me dice en ese momento que está orgulloso de mí. Y la semana pasada, mientras paseaba por una de las calles más importantes y famosas del mundo, la Perspectiva Nevski en San Petersburgo, sabía que estaba viviendo un momento especial. He estado, según googlemaps, a 3193 km de mi casa. Para algunos no es es nada especial pero para mí supone un nuevo récord. 

Esta semana ha sido muy emocionante. Especialmente por lo que es entrar y salir de las ciudades en barco, algo completamente nuevo para mí. Lo he disfrutado como un enano. Mis compañeros de viaje han sido Juri, de Praga, y Andrea, de Génova. He de decir que la compañia ha sido excelente.

El primer día lo pasamos en Estocolmo. Es una de las ciudades más bonitas en las que he estado. No nos dió tiempo a visitar mucho pero sí que pudimos pasear por las calles del centro, ver la Casa Real y la catedral. Por cierto, una sueca muy maja nos comentó que aquí en general la gente piensa que la monarquía no sirve para nada más que para las revistas del corazón y para que su monarca, Gustavo, se vaya de putas. 

El caso es que embarcamos en un ferry enorme llamado Gabriela. Los ferrys son algo novedoso para mí pero la verdad es que enseguida te acostumbras. Son como un centro comercial enorme con cabinas para dormir y muchas tragaperras porque no hay mucho que hacer. Y, como suele pasar en las tiendas libres de impuestos, los precios son aún más caros. Pero claro tampoco puedes decir "pues me voy". Unos pantalones baqueros valen 99 euros por ejemplo. Hay cosas puntuales más baratas pero vamos... que merece la pena ir con la comida del super en la maleta.

Durante todas las noches en los diferentes barcos de viaje me tocó con un canadiense y dos americanos. Estuvieron borrachos 5 de las 6 noches por lo que creo que podría haber tenido más suerte con mis compañeros. Al menos llegaban a eso de las 5:00 y podía dormir unas cuantas horas tranquilo sin oirles llegar. Parece muy trágico pero fue gracioso saber que la primera noche uno estuvo buscando la habitación durante 2 horas ya que no la encontraba. Estábamos en el piso 2, es decir, el de más abajo, como  los irlandeses en el Titanic. Vamos, que no era muy sencillo llegar. Los demás días hubo más suerte y nos tocó en los pisos altos aunque sin ventana... cosa muy desconcertante para levantarse ya que no sabes si es de día, y más aún cuando en Finlandia hay una hora más y en Rusia dos.

La salida de Estocolmo es preciosa: muchas islas pobladas de bosques y mucho mar. Espectacular. Y, como no podía ser de otra manera la llegada a Helsinki es igual aunque un poco más fria. 

Durante el segundo día visitamos la capital de Finlandia. Helsinki es una ciudad que decepciona en general. A mí me ha gustado porque el tiempo fue muy bueno y porque es la capital no oficial del heavy metal. Pero siendo sinceros no tiene mucho que ver. En dos días ves todo lo importante. La catedral es preciosa pero al ser luterana no hay nada en el interior así que hay que ir a visitar las iglesias ortodoxas más pequeñitas. El centro es muy verde y en las proximades hay muchos lagos, se puede decir que es una ciudad muy agradable. 

Voy a dedicar un párrafo a lo mejor que tiene Helsinki: el mercado de pescado en el puerto. No he probado un salmón más rico en mi vida. A un precio de 7 euros (Finlandia es muy caro) me pusieron un platazo enorme de salmón recien pescado y cocinado con patatas, legumbres y salsa de ajo. Una montaña de comida fresca y recien preparada que degusté en el puerto mientras en los barcos la gente cantaba canciones tradicionales con acordeones. A mí me pareció una gran experiencia pero por ejemplo, para Juri, que es de la República Checa le pareció lo más novedoso que ha visto en su vida. En su país no tienen esa cultura de puertos y faena en la mar por lo que estaba realmente emocionado. En fin, riquísimo.

Por la noche salimos hacia San Peterburgo. El control para cambiar de país es un poco más estricto de lo habitual pero es un mero trámite. Por lo menos para los barcos de esta compañía que te permiten no tener visado para entrar en Rusia. La entrada es un poco más complicada ya que hay mucho trámite y revisión de pasaporte. (Creo que pocos pueden decir que han logrado hacer reír a los militares rusos de las aduanas. Cosas de mi estúpida foto en el pasaporte...). 

El miércoles llegamos a San Perterburgo. ¡Que llegada más impresionante! La niebla cubría las inumerables islas y canales. Lo poco que se podía ver era las luces de las enormes factorías y fábricas que adornan el puerto de la ciudad. Si hay una palabra que define a la excapital de Rusia es: "enorme". Todo es gigante e impresionante: las calles, las fábricas, los edificios, los monumentos... 

El primer día nos explicaron en una visita guiada la historia de la ciudad y nos llevaron por los sitios más interesantes: Avenida Nevski, Museo Naval, Fortaleza de Pedro I, la Catedral de Kazan, la Iglesia de la Sangre Derramada (cuya visita al interior, lleno de mosaicos, es obligada para cualquiera que pise la ciudad), el Crucero Aurora cuyo cañón de proa anunció el principio de la Revolución... en fin, una verdadera pasada. Además pudimos perdernos por algun parque, visitar la Universidad donde estudio Dovstoieski, también en la que estudió Putin, degustar comida tradicional (la comida es muy barata, especialmente si vienes desde Escandinavia. Por ejemplo un menú de burguer son 3 euros)... Destacar que los restos del comunismo siguen vivos: imágenes de Lenin, estrellas comunistas, hoces y martillos en el escudo de la universidad. Y en lo que no es comunismo sigue ese espíritu de devoción por el líder ya que puedes comprar hasta bustos de Putin.

Durante los dos siguientes días nos llevaron de fiesta (hay muchos bares para salir de farándula), visitamos el Palacio de Catalina de Rusia (que es como un Versalles pero a lo ruso), el museo Hermitage (que es como un Louvre pero a lo ruso) en cual nos perdímos dada su enormidad y nos supimos encontrar la salida hasta 40 minutos más tarde, la Catedral de San Nicolás, la ceremonia de apertura de los puentes para que los barcos puedan cruzar la ciudad por la noche. Creo que vimos todo lo importante de esta ciudad.

Respecto a Rusia y los rusos... responden perfectamente al tópico. Nunca sonrien por ejemplo. Decidimos movernos en metro en una ocasión y ya que está situado más o menos en el infierno y las escaleras mecánicas son como 5 min hasta la superficie nos paramos a mirar si alguno de los que iban en la otra escalera, en dirección contraría, parecía feliz... ninguno. Desde ese momento nos fijamos en el resto del viaje y sólo parecen sonreir de noche, cuando beben.

San Peterburgo es una ciudad muy peligrosa en cuanto al tráfico. Las calles son enormes, no siempre hay semáforos y no es raro ver como un coche va a 120km/hora aunque llueva a cántaros. A veces en un carril hay dos coches y a veces en dos carriles hay 5 coches... una locura. Por mucho que seas italiano o español no estás preparado para esto. 

En fin, mi conclusión es que es una ciudad digna de visitar antes de morir. Es preciosa y espectacular. Eso sí, cuidado con el tiempo: en invierno puede ser normal -30 grados. Afortunadamente nosotros "disfrutamos" de una agradable temperatura de 9 grados en mitad de octubre. 

El sábado volvimos a Helsinki y dado que hacía muy buen tiempo visitamos la fortaleza situada en una isla que protege la entrada a la ciudad. Es perfecto para hacer picnic los días de sol y para saber como ahí se dieron de palos en diferentes guerras suecos, franceses, finlandeses y rusos. 

El domingo visitamos de nuevo Estocolmo. Es de visita obligada el Vassamuseet, el museo con más vistantes  por año de Escaniavia. En su interior alberga un galeón del siglo XVII en perfecto estado que se hundió en su primer día de viaje en frente de las narices del rey de Suecia. Es impresionante. 

En fin, el viaje ha sido toda una experiencia. Entre otras cosas porque he podido conocer a estudiantes erasmus de otras ciudades y he podido ampliar, aún más, mi experiencia internacional. El lado negativo es que el grupo de españoles que venía de otra ciudad eran lo más cateto, analfabeto, maleducado y gilipollas que he visto en mucho tiempo. Por lo que he hablado y he podido averiguar es normal que los españoles y franceses que se van de erasmus hacen pandilla y pasan de los demás pero esto era algo exagerado. Le gitaban a la guía (en castellano claro) que se callase para que pudiesen dormir ya que había estado borrachos y gritando toda la noche, a otra guía le lanzaban piropos de obrero en castellano, en el Museo Hermitage comentaron delante de la segunda pintura que hizo Leonardo Da Vinci "¿Qué le pasa a esta gente, nunca ha visto una pintura?"... No he visto una tribu de payasos y retrasados como esta en mi vida. Afortunadamente estos desgraciados son la excepción. Eso sí, la imagen que dan es lamentable.

Respecto a la vida en Malmö no hay mucha novedad. La gente está planeando muchas excursiones y viajes por lo que a veces está todo un poco desierto... pero eso no evita que siga habiendo gente con la que hablar inglés y mejorar más aún. 

En fin, seguiremos informando. Un abrazo.